El perdón como acto interior de liberación emocional



Pasamos por momentos en los que la palabra perdón se asocia con algo religioso, pensamos que perdonar tiene que ver con tomar actitudes falsas de tolerancia o de reconocer que el ofensor tiene razón, actualmente sentimos que perdonar es negar nuestros sentimientos genuinos en nombre del perdón.

 Un concepto confuso: Lo que el perdón NO ES.
  •  Perdonar no es justificar comportamientos negativos propios o ajenos.
Maltrato, violencia, agresión, deshonestidad son algunos comportamientos que pueden ser totalmente inaceptables.El perdón no quiere decir que apruebes o defiendas esa conducta, ni excluye que tomes medidas para cambiar la situación o protegerte.
Sería imposible perdonar a un violador o a un asesino si tuviéramos que aceptar ese
comportamiento. Sin embargo, hay personas que han perdonado a sus violadores, como Robin Casarjian, especialista en el perdón.
Tú puedes considerar conveniente una medida firme, como el divorcio, el pleito, o el fin de la relación para impedir que vuelva a ocurrir.
  1.  El perdón es un acto interior de liberación emocional. En realidad, no tiene nada que ver con la  persona que te agredió.
  2.  El perdón no exige que te comuniques directamente con la persona a la que has perdonado.
  3.  El perdón es un proceso interno. No hace falta ir y decir “te perdono”.
Con frecuencia, la otra persona advierte el cambio producido en tu corazón, sin necesidad de explicar nada. Pero esto solo pasa a veces.Perfectamente puede darse el caso de que perdones a alguien que ha muerto o que no está dispuesto a hablar contigo.
  • Perdonar no es olvidar lo sucedido
El mito de “perdón como olvido” pretende que un suceso desagradable sea extraído de nuestra memoria sin más, en lugar de una ampliación de conciencia es una disminución de memoria .En realidad es una evasión de lo sucedido, una negativa a afrontar el dolor que produce habitualmente emociones reprimidas.El perdón siempre amplia la conciencia y la comprensión, nunca la disminuye, incluso tratándose del pasado.
Esto no implica que llegue un momento en que la emoción que produjo tu proceso del perdón deje de estar presente, y por tanto deje de afectarte. Sin embargo, si necesitas recordarlo, todo está ahí, todos los datos puedan ser recordados. Esto no debe hacernos confundir al perdón con un olvido.
Un olvido no te da por si solo la paz y la libertad, sino que el tema olvidado puede regresar una y otra vez a tu vida para monopolizar tu emoción y tu mente, desde las nieblas del subconsciente.
  • Perdonar no es hacer como que toda va bien. No es reprimir.
A veces es confusa la distinción entre perdonar y reprimir o negar la rabia y el dolor. Enfadarse se considera a menudo inaceptable, y tendemos a reprimir la rabia [auténtica], diciendo que “está perdonado” [falso] para evitar el rechazo o el abandono.
Es un falso perdón, sin experimentar la liberación y paz propia del auténtico perdón.
  • Perdona no es adoptar una actitud de superioridad y someter o castigar al perdonado.Si se perdona a alguien porque te produce lástima [se piensa que no es nadie, que es una pena o no tiene solución], se confunde perdonar con ser arrogante.Perdonar no significa que tengas que comportarte de un modo específico.Puedes perdonar a un viejo amigo a quien no ves, y eso no significa que tengas que llamarle.Puedes perdonar a tu madre que sea criticona y al mismo tiempo decidir no hacerle confidencias. Puedes perdonar a tu pareja que sea descuidada con el dinero, pero eso no significa que la tengas que dejar a cargo del dinero ni dejarle llevar las cuentas.Puedes perdonar a un trabajador incompetente, y despedirlo por no hacer bien su trabajo.

En realidad perdonar es sanar. Es liberarte de las ataduras emocionales del pasado, perdonar es el medio de autorrealización y crecimiento interior más poderoso que existe, ¿perdonas cada día?. Perdonar no significa que la otra persona tiene razón y que uno se equivoca, sino más bien, muestra que hay otra manera de mirar el mundo.
Para perdonar hay que disponer de las herramientas adecuadas: la auto-observación, la honestidad, la confianza y el deseo de verdad. Aunque somos diferentes por fuera, desde dentro todas buscamos paz y libertad.
Hay un bonito cuento el cofre que cuenta lo siguiente.

"Hace muchos, muchos años, en una rica comarca más allá de los mares del Norte, hallábase un rico y sabio comerciante de nombre Abdul, que vivía enamorado de Sara, una bella y joven muchacha, 22 años más joven que él con la que vivía y compartía una casa plena de paz y prosperidad.
Como quiera que por causa de sus transacciones tenía que desplazarse a lejanos países durante largos períodos de tiempo, había encomendado a su fiel criado Malik la protección y el cuidado de su joven esposa, mientras durase su ausencia.
Un día, recién llegado de un viaje por los mares de sur y sintiendo su corazón pleno de deseo por encontrarse con su amada esposa, vio como se aproximaba su fiel criado Malik que corriendo a su encuentro le dijo algo turbado:
“Vuestra esposa señor, está actuando sospechosamente, en sus aposentos tiene un enorme cofre que perteneció a su abuela, suficientemente grande como para esconder a un hombre. Tal vez en él solo habrá unos bordados antiguos. Sin embargo creo que ahora debe haber mucho más en él… Ella no permite, que yo vuestro más antiguo y fiel criado, averigue qué hay realmente en su interior”
Abdul, visiblemente inquieto se dirigió a los aposentos de Sara  y señalando el enorme cofre le dijo:
“Sara: ¿qué guardas en su interior?”
A lo que ella respondió:
“¿Me lo preguntas por las sospechas que puede haberte transmitido tu criado o porque no confías realmente en mi?”
A lo que Abdul respondió:
“¿No sería más fácil que abrieras el cofre, sin pensar en suposiciones?”
“No creo que sea posible”, argumentó Sara.
“¿Está cerrado?” Preguntó Abdul.
“Sí” Dijo ella.
“¿Y donde está la llave?” Preguntó él.
Ella la mostró y le dijo:
“Despide a Malik y te la entregaré”.
Tras una deliberación, el sirviente fue despedido por Abdul. La mujer entregó la llave y se retiró obviamente perturbada
Abdul antes de ordenar abrir el cofre y, sabiendo del poder de sus propias creencias internas, se retiró a meditar y reflexionar durante tres días y tres noches, hasta que finalmente llamó a cuatro de sus jardineros, ordenó transportar el cofre a un lugar distante y, sin abrirlo, mandó enterrarlo. El asunto nunca más fue mencionado.
Desde entonces se dice que el hombre sabio: Decide lo que quiere que suceda en el interior de su corazón  sembrando y cultivando rosas ó bien arbustos de espinos."

¿Qué es la paz interior?

Paz no es lucha, ni conflicto, ni esfuerzo, ni sufrimiento.
Paz no es miedo, ni preocupación, ni inseguridad, ni incapacidad o impotencia.
Paz no es exigencia, ni control, ni manipulación.
Paz no es prisa, ni precipitación.
Paz no es crítica, ni reproche.
Paz no es culpa, ni sentimiento de fracaso, o indignidad.
Finalmente, paz no es inactividad, ni aburrimiento ni insensibilidad o indiferencia.
Paz simplemente es estar bien con lo que hay. Está en consonancia con la aceptación del momento, del pasado, de la vida.


La primera decisión

Tal como hemos visto, el perdón comienza siempre con una decisión. Las decisiones se toman en la mente e implican un enfoque de intención, un desear, un elegir. Las decisiones son las manifestaciones de la voluntad. 


10 maneras saludables de cultivar tu energía sexual

Cómo vitalizar tu cuerpo y tu vida sexual

Por , Guía de About.com

Según los antiguos chinos y el Taoísmo, la energía sexual o jing chi, es nuestra energía de vida principal. Surge de las fuerzas del cielo y de la tierra y genera nuestro cuerpo al momento de ser concebidos por nuestros padres. Esta energía está asociada a los órganos sexuales. El segundo tipo de energía que tenemos es el chi, que es la fuerza que recorre nuestro cuerpo y abastece sus órganos. Y finalmente, contamos con nuestra energía espiritual o shen.
La energía sexual primordial se va agotando a lo largo de la vida. Sin embargo, para dejar de agotar nuestra fuerza vital, es necesario recargar a diario nuestro chi con actividades que nos permitan experimentar el amor, el disfrute, la creatividad, y la espiritualidad que da sentido a nuestras vidas. Implica aprender a cuidar nuestra salud física, emocional, mental y espiritual.
A continuación encontrarás distintas maneras de recargar tu vitalidad y cultivar tu energía sexual, que puedes comenzar a practicar ahora mismo para tu propio bienestar y salud:

1. Come de forma sana y nutritiva

Es fundamental que nutras tu cuerpo con una proporción balanceada de proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Según enfoques holísticos como el yoga y la medicina ayurvédica, los alimentos frescos como las verduras, frutas, semillas y nueces están más cargados de energía vital o prana, que las carnes o los alimentos procesados. Elige legumbres, cereales y harinas integrales, ya que tienen mayor valor nutritivo y contienen fibra. Elimina de tu dieta las harinas refinadas, el pan blanco, los dulces y las grasas animales.

2. Bebe suficiente agua

A través del agua recibes también una cantidad considerable de energía vital, a la vez que hidratas e irrigas todos los órganos y sistemas de tu cuerpo, incluidos el cerebro, corazón, pulmones, hígado y riñones. El agua permite la asimilación de las sustancias nutritivas en tu cuerpo, purifica tu sangre y te permite liberar toxinas y sustancias que el cuerpo ya no requiere a través de la orina y la heces. Según la medicina tradicional china, los riñones – a través del elemento agua – regulan nuestra energía vital, así como el funcionamiento de los órganos sexuales, los huesos y el sentido del oído.

3. Respira conscientemente

Una tercera manera de llenar de prana tu cuerpo físico y energético es a través de la respiración. El oxígeno desempeña un importante rol en el mantenimiento de la vida, pero es – según las corrientes holísticas – la energía vital que absorbemos mediante la respiración la que nutre y revitaliza todos los órganos y sistemas del cuerpo. Por otro lado, según como respiras, puedes relajarte o generar mayor energía, ambos aspectos importantes para una buena sexualidad.

4. Haz ejercicio físico

El simple ejercicio de caminar por 30 minutos diarios contribuye a mantener tu salud física, a la vez que aumenta tus niveles de energía. Cuando te ejercitas, tu cerebro produce endorfinas, sustancias que generan una sensación de bienestar y resistencia al dolor. Por este motivo, tras una sesión de ejercicios moderada es muy poco probable que te sientas triste, malhumorado o con bajo deseo sexual.

5. Conéctate con la naturaleza

Caminar por un parque, tomar sol, bañarte en el mar, pasear por una montaña, regar tu jardín… Todas estas actividades y otras que disfrutes al aíre libre, te llenan de energía y cambian tu estado de ánimo a positivo. Cuando factores como el clima o el trabajo te impidan disfrutar del aire libre, puedes colocar plantas resistentes a los espacios interiores, o imágenes de escenarios naturales en las paredes o en la pantalla de tu computador. Otra buena manera de hacer contacto con la naturaleza en estas circunstancias es hacer ejercicios de visualización, donde veas, sientas, huelas y escuches, por ejemplo, una escena de ti mismo en la playa. Tu cuerpo, al recibir el mensaje de tu cerebro, comenzará a responder tal como si estuviera realmente en la playa.

6. Realiza ejercicios para fortalecer el piso pélvico

Todo ejercicio que realices para fortalecer el músculo pubococcígeo – que es en realidad un grupo de músculos en tu zona pélvica – puede significar una gran diferencia en la calidad de tu vida sexual. Los ejercicios Kegel pueden beneficiarte de muchas maneras si inviertes al menos 10 minutos diarios en ellos. Conoce algunos de sus beneficios: mejoran la disfunción eréctil, ayudan a controlar la eyaculación precoz, aumentan la sensibilidad en la vagina, y las sensaciones durante la relación sexual y el orgasmo.

7. Transforma tus emociones

Las corrientes holísticas como el yoga, Tantra y Taoísmo afirman que la energía emocional es otra forma de energía de vida, y recomiendan que antes de expandir y hacer circular la energía sexual por todo el cuerpo, es necesario calmar y armonizar las emociones. Estados como la tristeza, la rabia, la frustración y la impotencia pueden ser canalizados y expresados de manera adecuada, de modo que no se repriman y causen mayor dolor en la persona. El Taoísmo recomienda realizar ejercicios como los “sonidos sanadores”, para así transformar las emociones y energías negativas que se acumulan en los distintos órganos del cuerpo, en energías positivas, amorosas y sanadoras.

8. Practica el autoerotismo

El autoerotismo o masturbación, te ayudará a cultivar tu energía sexual mientras te das placer a ti mismo. La sexualidad siempre está presente en el ser humano, y no depende de una pareja para expresarse. Al expresar amor erótico por ti mismo estás nutriendo tu ser y tu cuerpo, y estás invitando a la experiencia del placer sea parte integral de tu vida. Al acariciarte sexualmente también activas tu energía sexual y produces hormonas que mantienen los tejidos saludables, liberas tensiones, reduces el estrés y mejoras tu autoestima. ¿Necesitas más buenas razones para masturbarte?

9. Haz circular tu energía vital

El Taoísmo posee un ejercicio llamado la "órbita microcósmica”", que consiste en hacer circular la energía vital o sexual por todo el cuerpo a través de dos canales (meridianos) conocidos por la medicina tradicional china. La energía siempre circula por estos canales, pero al realizar el ejercicio, que consiste en visualizar cómo la energía recorre el cuerpo, se liberan bloqueos en esa ruta, y se vitalizan los órganos, los sistemas y la energía sexual. Es una práctica sencilla que te beneficiará mucho, especialmente si la realizas con una intención amorosa y sanadora hacia ti mismo.

10. Cultiva tu vida espiritual

Integrar la espiritualidad a tu vida, nutre todo tu ser y te llena de energía de otras esferas. Más allá de la religión o de las creencias, existe un espacio en el Ser donde se hace presente el amor, la voluntad creativa y el deseo de contribuir con algo significativo para el mundo. Una forma de conectar con nuestra esencia espiritual es meditar todos los días al menos 10 minutos, en un lugar tranquilo de tu casa o bien en un sitio natural, si cuentas con esa facilidad. Se ha demostrado que la meditación trae beneficios para la salud física, emocional y mental, además de ser un refugio de paz espiritual.

Fuentes:

Ramacharaka, Yogi (1977). Hatha yoga. Filosofía yogi del bienestar físico.
Reid, Daniel (1989). El Tao de la salud, el sexo y la larga vida.

El miedo




Muchas veces tenemos miedo... Miedo de lo que podríamos no ser capaces de hacer. Miedo de lo que podrían pensar si lo intentamos. Dejamos que nuestros temores se apoderen de nuestras esperanzas. Decimos que no, cuando queremos decir que sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todos cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por que? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces basta. Haz algo que nunca hiciste. Atrévete. Olvídate que te están mirando. Intenta la jugada imposible. Corre el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Nadie te ata. Nadie te obliga. Sé tú mismo. No tienes nada que perder y todo, todo, todo por ganar. Muchas veces creemos en el destino. Rezamos, esperamos que las cosas pasen y nos olvidamos de lo más importante. ¡Creer en nosotros mismos! Nos conformamos en vez de arriesgarnos. Sin pensar que cada día que pasa nunca volverá. Nada está escrito. Nada está hecho. Ni siquiera lo imposible. Todo depende de nuestra voluntad. De esa fuerza que nos sale de adentro. De decir "si puedo" a cada desafío. Tenemos el poder. Cuando estamos decididos. Cuando estamos convencidos, cuando de verdad queremos algo, no hay obstáculo capaz de imponerse Si queremos podemos llegar alto, hacer lo que sea... Sólo hay que proponérselo. Si sueñas con ser el mejor del mundo... Si sueñas con los aplausos... Si sueñas con ganar campeonatos... Despiértate! Dentro de ti hay 206 huesos y más de 700 músculos esperando. Sólo falta tu decisión. Tus ganas de jugar como nunca. Enfréntate a tu destino. No seas solo un espectador. Pide la pelota y créete su dueño. Exígete más y más. Vive sin domingos. Corre cada día un poco más lejos. Salta cada día un poco más alto. Conviértete en tu propio ídolo. Súmate a dar vuelta el marcador. Cuando no esperes nada de los demás. Cuando sientas que cada tanto depende de ti, se fortalecerá tu espíritu. Y poco a poco, las voces se convertirán en ovación. Tus respiros se llenarán de logros, y tu vida de sentido. Están los que usan siempre la misma ropa. Están los que llevan amuletos, los que hacen promesas, los que imploran mirando al cielo, los que creen en supersticiones.
luchando cuando todo parece perdido. Como si cada vez fuera la última. Convencidos que la vida misma es un desafío. Sufren pero no se quejan. Porque saben que el dolor pasa. El sudor se seca. El cansancio termina. Pero hay algo que nunca desaparecerá, la satisfacción de haberlo logrado. En sus cuerpos corre la misma sangre. Lo que los hace diferentes es su espíritu. La determinación de alcanzar la cima. Una cima a la que no se llega superando a los demás. Sino superándose a uno mismo. Swami Kurmarajadasa