Mindfulness
o atención plena es la conciencia del momento presente. Es vivir aquí y
ahora. A través de la atención quedas libre de enredarte en el pasado y
preocuparte por el futuro. El efecto de esta práctica es la paz mental.
Pero,
¿cómo mantenerse en contacto en “el aquí y ahora” si tu mente divaga de una
lado para otro? La respuesta está en la “atención plena”. Parece difícil lograr
este tipo de atención pero para eso vamos a exponer unos ejercicios con
los que podrás lograrlo si practicas diariamente.
Estas
técnicas mentales son especialmente cautivadoras debido a que son una
excelente manera de aumentar nuestra calidad de vida.
Ejercicio 1: un minuto de mindfulness o atención plena.
Es
un ejercicio de atención consciente relativamente sencillo en cuanto a su
planteamiento. Se puede hacer en cualquier momento durante el día.
Dedica
un momento ahora mismo para probar esto. Programa una alarma para que suene
exactamente en 1 minuto. Durante los siguientes 60 segundos, tu tarea consiste
en centrar toda tu atención en la respiración. Es sólo un minuto
Deja tus ojos abiertos y
respira normalmente. Seguramente tu mente se distraerá en varias ocasiones pero
no importa, dirige nuevamente tu atención a la respiración.

Este
ejercicio de atención es mucho más poderoso de lo que te puedes imaginar. Se
necesitan muchos años de práctica antes de que seas capaz de completar un
solo minuto de atención plena.
Puedes
practicar este ejercicio varias veces durante el día para restaurar tu mente al
momento presente y proporcionarle un poco de paz.
Con
el tiempo, poco a poco, se puede extender la duración de este ejercicio en
períodos más largos. Este ejercicio es la base para una técnica de
meditación mindfulness correcta.
Ejercicio 2: Observación Consciente.
Recoge
un objeto que tengas a tu alrededor. Puede ser una taza de café o un lápiz, por
ejemplo. Colócalo en tus manos y permite que tu atención sea totalmente
absorbida por el objeto. Solo observa.
Notarás
una mayor sensación de estar presente en “el aquí y ahora” durante este
ejercicio. Te vuelves mucho más consciente de la realidad. Observa cómo tu
mente libera rápidamente los pensamientos del pasado o del futuro, y lo
diferente que te sientes al estar en el momento presente de una manera muy
consciente.
La
observación consciente es una forma de meditación. Es sutil, pero poderosa.
Inténtalo.
La
mente es como un poderoso faro que te permite ver mucho más de lo que estás
mirando. Una brizna de hierba brilla al sol, literalmente, con un intenso color
verde fluorescente… Tu rutina se convierte en una celestial experiencia gracias
al poder del mindfulness o atención plena.
También
puedes practicar la observación consciente con tus oídos. Muchas personas
encuentran que “escuchar atento” es una técnica de atención más fuerte que la
observación visual.
Ejercicio 3: contar 10 segundos.
Este
ejercicio es una simple variación del ejercicio 1. En este ejercicio, en lugar
de centrarse en tu respiración, cierra los ojos y concéntrate únicamente en
contar hasta diez. Si tu concentración tiende a dispersarse, empieza de nuevo
en el número uno. Quizás te ocurra esto:
“Uno…
dos… tres… ¿qué le voy a decir a Juan cuando me lo encuentre? Oh, Dios, estoy
pensando.”
“Uno…
dos… tres… cuatro… esto no es tan difícil después de todo… ¡Oh, no …. eso es un
pensamiento!”
“Uno…
dos… tres… ahora ya lo tengo. Estoy muy concentrado ahora… Dios, otro
pensamiento.”
Ejercicio 4: señales de atención.
Centra
tu atención en la respiración cada vez que una señal específica del medio
ambiente se produzca. Por ejemplo, cada vez que suene el teléfono, rápidamente
pon tu atención en el momento presente y mantén la concentración en la
respiración.
Basta
con elegir una señal adecuada para ti. Tal vez decidas ser plenamente consciente
cada vez que mires en el espejo. ¿O será cada vez que tus manos se toquen entre
sí? Quizás elijas como señal el canto de un pájaro.
Desarrollar
y practicar esta técnica de atención tiene un inmenso poder relajante