LADOS DEL CUERPO Y SU SIMBOLISMO





Neurológicamente se ha investigado desde la década de 1970 que el hemisferio cerebral izquierdo (racional, verbal, analítico) controla la coordinación motriz del lado derecho del cuerpo. Y que el hemisferio cerebral derecho (sensible, artístico, no-verbal, sentimental) controla la coordinación motriz del lado izquierdo del cuerpo. Es decir, hay un cruce. Y esto es congruente con lo que ya venían diciéndonos los sabios antiguos. Y aquí entra en acción la importancia de la integración de los hemisferios cerebrales a través de técnicas como Gimnasia Cerebral, Método Tomatis, EMDR, etc.

En el ámbito psicoterapéutico, Fritz Perls considera la parte izquierda de nuestro cuerpo como expresiva del sistema sensorial, o de los sentimientos; y la parte derecha como expresiva del sistema motor, del proceso de salir adelante. O bien, el Yang y el Yin, nuestros seres masculino y femenino, respectivamente. Incluso, Fritz aplicaba esto observando en qué lado corporal tenía lugar algún temblor o dolor, y en otras ocasiones hacía que en el paciente dialogaran el lado derecho del cuerpo con el lado izquierdo, para integrar polaridades en algunos conflictos o sueños proyectivos.

Dice Perls: “Lo más frecuente es la dicotomía entre el lado derecho y el izquierdo del cuerpo. Menos frecuente es la partición entre adelante/atrás, o parte superior y parte inferior, descubierta por Lore (Laura Perls). La parte que queda por encima de la cintura tiene fundamentalmente funciones de contacto, la parte inferior funciones de apoyo.

El límite del ego es el punto cero entre el bien y el mal, entre la identificación y la alienación, entre lo familiar y lo ajeno, entre la verdad y el error, entre la autoexpresión y la proyección. Incluso podemos agrupar los términos del lado derecho y los del lado izquierdo y colocarlos dentro y fuera del límite, respectivamente. Nuevamente estoy volviendo a la palabra "identificación". Algo me pasa con ella. Identifico el sistema sensorial con el sistema de orientación, Y a su vez la orientación se basa en la capacidad de reconocer algo como tal. Sin esto hay caos y confusión. La percepción y la cognición parecen fusionarse en el proceso de la identificación. El centinela le pide la consigna al desconocido. "Identifíquese como identificado con nosotros': Tarjetas de identificación. Huellas dactilares. Testigos que identifican al criminal. En este caso la identificación sirve a la polaridad de lo correcto e incorrecto. ¿Será él de los nuestros? Sólo una persona puede ser "la persona': y un billón serán los "ellos" indeterminados. La identificación es familiaridad, anticonfusión. La extrañeza es tenebrosa- no hay cómo orientarse. El forastero en el villorrio está fuera de los límites, es un enemigo. No se conocen sus costumbres. Puede que tenga algo con lo cual no puedo encararme. El psicoanalista identifica algo alargado como un pene. Esto se adecua a su propia orientación, un sistema que le es familiar. Un gato identifica algo alargado como un pescado, como algo que pertenece a su mundo de sustentación. ¿Me siento un poco como Heidegger, metiéndome dentro del lenguaje hasta el punto en que toca la existencia. "Identificación" alcanza a dos sistemas: el sistema de orientación (sensórico) y el sistema de enfrentamiento (motórico). Mediante la consigna el centinela identifica a este hombre "como" amigo o enemigo. Se identifica "con" el amigo y le permite pasar el límite, el cordon sanitaire. En cambio al enemigo lo rechaza o lo destruye. El amigo es bueno, el enemigo es malo.

Cada vez cobra mayor sentido la distinción de sistema sensórico y motórico; el modo cómo nos relacionamos con el mundo. La semana pasada me dediqué a escuchar música, mientras que el deseo motórico de escribir, de hacer cosas, de hablar, recibió menor cantidad de bioenergía. Me ha tocado ver varios casos de comportamiento motórico compulsivo que llegaban hasta el grado de la obsesión y la paranoia (están muy relacionados), y en todos estos había manifiesta falla en el sentir. Esto será de utilidad para entender los casos graves de esquizofrenia: el motórico paranoico carente de sensibilidad, y el sensitivo retraído con su falta de actividad motórica intencional”. (Tomado del libro “Dentro y Fuera del Tarro de la Basura”. Autobiografía de Fritz Perls).

Alejandro Jodorwsky, en su libro “La Vía del Tarot” refiere que: En las tradiciones orientales los números pares son considerados pasivos y los impares activos; el lado derecho es considerado activo y el izquierdo pasivo. Comparé las ornamentaciones de los templos occidentales con los orientales. En la fachada de las catedrales góticas, por ejemplo Nuestra Señora de París, Jesucristo, andrógino, de pie entre un dragón terrestre y un dragón celeste, nos bendice ubicado en la puerta central. En la puerta de su derecha (nuestra izquierda como observadores) se alza la Virgen María (feminidad, receptividad), y en la puerta de su izquierda vemos un sacerdote dominando con su báculo a un dragón (masculinidad, actividad). Por el contrario, en los templos budistas tántricos, las divinidades masculinas se colocan a nuestro lado izquierdo como observadores y las femeninas a nuestro lado derecho. Se explica esto porque Buda no es un dios sino un nivel que cualquier ser humano, si realiza la gran obra espiritual, puede alcanzar. El creyente deja de ser observador y se ubica en medio del macho y la hembra, convertido en el templo, de cara al exterior. Por el contrario, Cristo es una divinidad, ningún creyente puede convertirse en él, sólo puede imitarlo. Los santos orientales son budas. Los santos occidentales imitan a su Dios. Por lo cual las catedrales actúan como espejos. La derecha del edificio representa nuestro lado izquierdo (como observadores) y el lado izquierdo del edificio representa nuestro lado derecho como observadores.

El Tarot y los dibujos de los test proyectivos se leen en el sentido de la escritura, de izquierda a derecha, su “línea del tiempo” seguirá el mismo esquema: a la izquierda lo que ya se ha vivido o hecho, en el centro lo que se está viviendo o haciendo (el presente), y a la derecha lo que se podrá hacer o no hacer, vivir o no vivir. Funcionando esto como un espejo que refleja la imagen de nuestra izquierda y de nuestra derecha.
En el caso del árbol genealógico o de una constelación familiar, los miembros femeninos se colocan a la izquierda y los miembros masculinos se colocan a la derecha (en una hoja de papel o dibujo proyectivo el lado izquierdo es desde la perspectiva del observador; y para colocar a una persona que represente a alguien femenino se coloca a la izquierda del consultante, y si fuera masculino se colocará a la derecha de éste). Ver libros de “Metagenealogía” de A. Jodorowsky, y diversos libros de Bert Hellinger.

LAS DISTORSIONES O ASIMETRÍAS EN LA MITAD IZQUIERDA.-
Se relacionan con el archivo histórico de la persona, con sus vivencias infantiles y los efectos de la educación, con los recuerdos, con las motivaciones, las apetencias y necesidades de todo tipo. El lado izquierdo de las figuras es el archivo donde el sujeto "guarda" toda la información secreta de sus impresiones positivas y negativas, sus intenciones, sus esperanzas, sus resentimientos, sus emociones de amor y de odio, los impulsos reprimidos, los inconfesables complejos de culpabilidad y las necesidades afectivas insatisfechas o contrariadas. El sentido de las proporciones, de la belleza, de la perspectiva, de las formas, de los matices de claro-oscuro, los contrastes de luz-sombra, las repercusiones viscerales y la dramatización de los afectos, corresponde al lado izquierdo de las figuras.

LAS DISTORSIONES O ASIMETRÍAS EN LA MITAD DERECHA.-
Así como el área izquierda de las figuras nos refleja el modo como registra, o ha registrado el sujeto, sus experiencias en el decurso de la vida, la esfera de la derecha nos informa sobre el comportamiento exterior.
Las distorsiones en el lado derecho afectan al tipo de comunicación social, al dinamismo realizador y a la capacidad para apreciar el color y el movimiento y los diversos aspectos de la vida relacionados con la acción.
La mayor firmeza y amplitud del movimiento, el mejor cuidado y la mayor seguridad en el área derecha de las figuras, estarán en concordancia con una actitud extravertida, sociable y comunicativa.
Por el contrario, si es el lado izquierdo de las figuras el mejor realizado, detallado y cuidado, la tendencia ser introvertida.
Las distorsiones, desproporciones, roturas, retoques, sombreados y fallos en el lado derecho, especialmente en la cara, manos y pies, afectan a la relación del sujeto con el exterior hasta llegar, según el tipo de anomalías, a una desadaptación más o menos grave.
Las mismas anomalías y fallos anteriores vistos sobre el lado izquierdo de la cara, las manos, los pies, etc. corresponderán a trastornos internos, a problemas, conflictos y luchas entre el Yo, el Ello y el Super Yo.

LA DIRECCIÓN EN QUE MIRAN LAS FIGURAS O LAS PERSONAS
 Generalmente, las figuras dibujadas se las coloca de frente o de perfil. Cuando se las coloca de perfil, la figura puede estar mirando a la derecha o mirando a la izquierda. Esta orientación de los DFH es un indicador de las vivencias y tendencias predominantes en el sujeto:

En las figuras mirando a la izquierda, (es decir, al lado derecho de la hoja en la perspectiva del examinador), el sujeto nos muestra su interés por el pasado, su memorización de las experiencias vividas, su introversión, sus vivencias infantiles y la influencia de la imago materna. Representa "lo que se fue", las experiencias vividas, los muertos, los recuerdos, las imágenes anticipadoras de confianza o de peligro para el Yo, la reflexión coartativa o prudente de cara a la acción.

Las figuras con perfil mirando a la derecha, (es decir, al lado izquierdo de la hoja en la perspectiva del examinador),nos muestran el interés por la comunicación con el mundo externo, la actitud sociable, la extraversión, la actitud de lucha y enfrentamiento con los problemas vitales, la ambición de "ser" y de "poseer", la superación, el camino hacia el éxito y la imagen del padre. Representa "lo que se puede lograr", la iniciativa innovadora, lo que podemos cambiar y adaptar a nuestros deseos para evolucionar, la voluntad al servicio de la acción y de la ambición y a menudo, el afán de "poder" y "dominación" adleriano, la marcha hacia delante.

 En resumen:
LADO IZQUIERDO:   -PASIVO, INTROVERTIDO.     -DIÁLOGO INTERIOR.      -EDUCACIÓN, APRENDIZAJE.   -DEFENSIVO, DESCONFIADO.  –LOS MUERTOS.     -CREENCIAS, CULPAS.  -NECESIDADES  y MOTIVACIÓN.  -NOSTALGIA, TRAUMAS.  -ARTE, BELLEZA, FORMAS -SENTIMIENTOS E INSTINTOS. -IMPULSOS REPRIMIDOS. -PASADO, REGRESIONES. -“LO QUE SE FUE”.  -INCONSCIENTE, SOMBRA. -LADO FEMENINO-MATERNO. -CONFLICTOS INTERIORES ENTRE YO-ELLO-SUPER YO.  -5 SENTIDOS Y LO SENSORIO. -ORIENTACIÓN.

LADO DERECHO:      –ACTIVO, MOTOR.    –EXTROVERSIÓN. –COMUNICACIÓN SOCIAL. –CONDUCTAS, HÁBITOS.  –MOVIMIENTO, ACCIÓN.  –VERBAL, LENGUAJE. –ESTIMULACIONES. –CONTACTO CON AFUERA.  –LADO MASCULINO-PATERNO. –PRESENTE Y FUTURO. -OPTIMISMO-ESPERANZA. -CONSCIENTE, ÁNIMUS. -RELACIONES, REACCIONES.   –“LO QUE SE PUEDE LOGRAR “. –AFRONTA PROBLEMAS.


DESCARGA DE ARCHIVOS
-“Cuadrantes y laterales en dibujos proyectivos”.
-“Lados Asimétricos”.
-"Simbolismo proyectivo de los lados de un dibujo".

Alcanzar la felicidad: la camisa


Había una vez, un Rey que habiendo alcanzado un notable nivel de prosperidad y abundancia en los confines de su reino, se sentía triste y desdichado. Su mayor deseo era el de encontrar a tan sólo un hombre sobre la Tierra que afirmara ser verdaderamente feliz. Una vez que lo hubiera encontrado, pensaba pedirle su camisa para vestirse con ella. Albergaba la primitiva creencia de que vestido con la misma prenda del hombre feliz, de alguna forma experimentaría también su misma felicidad.
Lo primero que decidió fue llamar a todos los representantes de las escuelas y de las religiones del Reino a fin de formularles una pregunta clave:
¿”Es usted verdaderamente feliz”?
En caso de que alguno de ellos afirmase tal supuesto, el Rey estaba dispuesto a entregar lo que fuese y vestir su camisa.
Uno a uno, fue entrevistado personalmente por el Monarca que tras meses de trabajo, comprobó desanimado como ninguno de aquellos personajes se consideraba verdaderamente feliz.
El Rey y su servidumbre viajaron entonces por todo el país, preguntando a infinidad de hombres y mujeres si conocían a alguien que se considerase feliz. Mucho camino recorrieron sin encontrar a nadie que afirmase tal posibilidad, hasta que triste y desalentado, pensando que no había felicidad plena en ninguna parte, el Rey ordenó el regreso a palacio.
Fue entonces cuando un anciano súbdito le relató que había oído hablar de una persona feliz que vivía próxima a los grandes bosques. El Rey abrió sus ojos y pleno de esperanza, envió a sus más fieles emisarios colmados de oro y alhajas, en busca de aquel hombre tan raro, con el fin de conseguir y traer de vuelta su camisa, a cambio de lo que pidiese.
Después de algunos días de viaje, los enviados encontraron por fin a este hombre que según se decía, irradiaba paz y alegría. Tras saludarlo ceremoniosamente en nombre del Rey, le preguntaron si se consideraba una persona verdaderamente feliz.
Aquel ser contestó: "Yo soy el hombre más feliz del mundo".
Todos los presentes pudieron comprobar como su rostro, en verdad reflejaba una intensa paz y sus ojos irradiaban una gran luz.
Ante lo cual, le presentaron los cofres cargados de oro y alhajas diciendo:
"Todo este incalculable tesoro te lo ofrece nuestro Rey, si tú tan sólo le regalas tu camisa."
El hombre mirándolos con estupor y sorpresa les dijo:

"Imposible: No tengo camisa".





REFLEXION

¿De qué tipo de camisa parece carecer el llamado “hombre feliz” del relato?
¿De qué se ha desprendido la citada persona que ha logrado acceder al estado de felicidad”?, ¿acaso es algo que los demás mortales no felices llevan puesto? En tal caso, ¿qué es eso que llevamos “puesto” que nos acarrea tantos problemas?
Tal vez, la respuesta puede señalar la multitud de limitaciones y necesidades de nuestro Ego que de no aprender a “soltar” producen ansia y desasosiego.

La escasez no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos y necesidades.
Platón

Lo que sí parece deducirse del relato es que para ser feliz hay que “desprenderse” de algo. Y esto resulta paradójico porque durante años y años, y mientras crecemos como seres humanos, lo que hacemos es dedicar nuestra vida a tomar, agarrar, acumular.
En realidad, desde el primer momento en que nacemos, venimos dotados de una facultad que nadie nos enseña y que nos permite sobrevivir: La capacidad de “succionar”. Y aunque al principio succionamos leche materna, más tarde seguimos “succionando” atención, afecto, información... Con el paso del tiempo, seguimos haciéndolo mientras acumulamos cosas y bienes que además de colmar nuestros deseos nos ofrecen un cierto sentimiento de seguridad.

La felicidad es el término medio entre ”muy poco” y “demasiado”.
Anónimo

La carrera adquisitiva continúa en forma de prestigio, de poder, de capacidad de logro. Y todo este proceso adquisitivo se ve refrendado en las casas de las personas que literalmente están llenas de cosas por un visible espíritu de adquisición. Al parecer, esta sensación de “ir a más en la materia” produce en los sujetos sentimientos de referencia y seguridad que no se colman al llegar a una cifra determinada que, por otra parte, nos habría contentado con creces años atrás. De pronto, el ser maduro se da cuenta de que vive bajo la tiranía del “nunca es bastante”. El ser humano en tal contexto, siente su vida hipnotizada y atada a la “Gran Rueda” que algunos llaman Matrix. Se trata de una especie de noria en la que a menudo, se sigue adquiriendo desde una febril ansia de dinero y poder que inunda la carrera de muchos de los llamados “triunfadores”.
De pronto, la persona se da cuenta de que aquel primario acto de succionar, se ha convertido, enmascarado en el sentido de su vida, nadando en el oleaje de una sociedad mercantil en la que prima el lema de: “Tanto eres en cuanto tanto tienes”.
¿De qué se ha desprendido el “hombre feliz” del relato?
Tal vez, la camisa del relato señala una sutil dirección en su oculto mensaje. Para comenzar a sentirse feliz, tal vez convenga balancear la tendencia del proceso mencionado de succionar o de tener. Al parecer, en vez de llenar se trata de vaciar por lo que, en vez de orientar la consciencia al adquirir, se enfoca al ofrecer... todo un proceso de vaciamiento egoico que simplifica la existencia del superficial sentimiento de seguridad que produce el llenado aparente.
El camino de “vuelta a casa” comienza por la toma de conciencia que indica la sutil diferencia que puede darse entre dos orientaciones vitales: “Tener y Ser”. El “Tener” conduce a la cantidad y el “Ser” a la identidad.
¿De que sirve “tener mucho” si no hay calidad de vida? ¿De qué sirve tener en cantidad si no hay paz en el alma y sonrisa en el rostro de la propiedad?
Por otra parte, ¿somos ricos en tiempo libre?

El dinero no va a hacer de ti, ni más ni menos que lo que tú ya eres.
M. P. Santana

No se trata de afirmar de manera disociada que para Ser hace falta negar al Tener, o que sólo se puede Ser a costa del Tener, más bien lo que se apunta en la reflexión del relato es a la orientación o propósito primordial que da sentido a las diferentes etapas de la vida. En los comienzos, cuando el propósito vital es “salir adelante” y crear una familia, es fácil que las prioridades de la persona estén orientadas al Tener ya que se deben construir los cimientos materiales de un futuro desarrollo, sin embargo, cuando la persona ha sido “tocada” por la conciencia de lo profundo que subyace tras lo aparente y se ha desmitificado al Dios Oro, la vida se revoluciona y puede ser orientada a la generosidad que brota desde la propia mismidad como fuente de alegría primordial que nunca defrauda.
La riqueza no está reñida con la espiritualidad tal y como se ha venido pensando en tiempos precedentes. En realidad, la riqueza puede ser entendida como algo más que la mera acumulación de bienes. La riqueza no depende tanto de la cuenta bancaria como del logro de un estado de consciencia desde el que mana una abundancia que permite el flujo natural de vida que cada cual precisa para la realización de sus deseos y necesidades.

Los problemas económicos, no se resuelven con dinero, sino con imaginación.
Anthony Robbins

La riqueza cuando trasciende el egoísmo y la autocomplacencia a ultranza, lo que se convierte es en fuente inagotable de creación de posibilidades, de solución de problemas propios y apoyo a los ajenos, de generación de escenarios de aprendizaje y crecimiento y, en definitiva, de energía de creación y desarrollo en el mundo.
La riqueza en sí misma ni es buena ni mala, serán los propios seres que la utilicen los que cualificarán su energía con la calidad y orientación con que la ejerzan.
La sobriedad, la disciplina, la mirada interior y la compasión sincera, pueden expresarse manteniendo una sólida cuenta bancaria. El dinero tiene poder sobre el que lo ostenta, hasta que éste aprende a manejarlo y logra la libertad del que sabe que el dinero no le dará la paz que busca su alma. El dinero se consigue con habilidades propias del Ojo de la Mente, mientras que la paz profunda se abraza con el Ojo del Espíritu. Es decir, la capacidad de contemplar.

Cuando sólo te queden dos monedas.
Con una compra una hogaza de pan y con la otra un lirio.
Proverbio Chino

¿Qué otra “camisa” puede existir que nos robe la felicidad?
¿Acaso los males de amor se curan saboteando prematuramente las relaciones por cuya causa sufrimos?
Cuando la pasión ha sido observada y transmutada, ya no encadena a la contradictoria experiencia de gozo y padecimiento. Puede entonces decirse que la “camisa del deseo y el apego” se ha desprendido, liberando al ser humano del sutil conflicto de la necesidad.
El hecho de desprenderse de la citada “camisa” no consiste en cerrar las puertas del alma al proceso de una relación de amor, aunque sepamos que ésta puede acabar, ya que con este adelantamiento del final, lo que estamos haciendo es saltar una etapa del propio proceso que la misma requiere. Y saltarse una etapa por aquello de que se va a acabar y uno puede sufrir, supone suspender un aprendizaje que el Universo nos depara.

La sexualidad puede ser tan casta como un cielo azul despejado de nubes.
Krisnhamurti

El Yoga Integral que el ciudadano del siglo XXI ejerce, contempla la integración armoniosa de todos y cada uno de los niveles de su existencia. El físico, el emocional, el mental y el espiritual. Todos ellos, en su doble aspecto personal y social, requieren de su correspondiente alimento y atención y, cada uno de ellos, solicita medios y maneras diferenciadas en beneficio de la música final de la orquesta.
Los extremos pueden ser útiles en un momento dado y durante un tiempo. Por ejemplo, un retiro temporal del mundo, un viaje iniciático o un ayuno entre otros. La vida pide un “desarrollo integral” que abarque todas las facetas del ser humano y, por más que alguna de ellas se postergue, tarde o temprano, ésta demandará la atención que el juego global requiere para completar el aprendizaje e integrar dicha parte en el núcleo final. Sin duda un requisito para saltar a un nuevo nivel de la escalera evolutiva.
Finalmente, el relato puede aludir a un proceso de desprendimiento y vacío de la dimensión “persona”. El hecho de trascender el ego, es decir, trascender la consciencia de yoidad superficial y morir a ella en beneficio de una identidad transpersonal y oceánica de Supraconsciencia, supone una forma de “morir en vida”, tan renombrada en las tradiciones espirituales.
El tan anhelado “Nirvana” de la filosofía oriental se traduce literalmente como “extinción”. Extinción del yo separado del tú. Extinción de un “yo experiencia” que se perpetúa en las múltiples vidas de un único cuerpo físico y que no se disuelve en la oceánica Realidad Suprema, hasta no haber pasado por el desprendimiento y el vacío.

Maestro ¿Qué hacías antes de la iluminación?
Cortaba leña, transportaba agua.
Maestro ¿Y qué haces después de la iluminación?
Corto leña, transporto agua.
Tradición Zen 

Extraído de Cuentos para aprender a aprender . José María Doria 

El hábito de sentirte ofendida/o




Las personas se pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo. La sorprendente revelación que te voy a hacer, va a cambiar tu vida...

¡Nadie te ha ofendido!

Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas, las que te hieren. Y las expectativas las creas tú con tus pensamientos. No son reales. Son imaginarias.

Si tu esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, no tienes por qué sentirte ofendido. Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que fueron violadas. Y tus ideas son las que te lastiman.

Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal y cual forma y no lo hizo...Tu pareja no te ha hecho nada. Es la diferencia entre las atenciones que esperabas tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te hieren. Nuevamente, eso está en tu imaginación. ¿Enojado con Dios? Son tus creencias de lo que debería hacer Dios, las que te lastiman. Dios jamás ofende ni daña a nadie. Un hábito requiere de todas sus partes para funcionar. Si pierde una, el hábito se desarma. El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad nadie te hace nada) desaparecerá cuando conozcas mejor la fuente de las 'ofensas'.

Cuando nacemos, somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la sociedad y televisión nos enseñan. Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y de cómo deben actuar los demás.

Una novela que no tiene nada que ver con la realidad. También, las personas son criaturas de inventario. A lo largo de su vida, coleccionan experiencias: padres, amigos, parejas, etc. y las almacenan en su inventario interior.

Las experiencias negativas dejan una huella más profunda en nosotros que las positivas. Y cuando una persona es maltratada por alguien, deja esa experiencia en su 'inventario'. Cuando conoce a alguien, tiene miedo. Y trata de ver si la nueva persona repetirá las mismas actitudes que la que la hirió. Saca una experiencia de su inventario negativo. Se pone los lentes de esa experiencia y ve a las nuevas personas y experiencias de su vida, con esos lentes. ¿Resultado? Se duplican los mismos problemas y las mismas experiencias negativas.

Y el inventario negativo sigue creciendo. En realidad lo que hace es que te estorba. No te deja ser feliz. Y a medida que se avanza en años, se es menos feliz. Es porque el inventario negativo aumenta año con año. ¿Has visto a las personas de edad avanzada y a los matrimonios con muchos años?

Su inventario es tan grande, que parece que la negatividad es su vida. Una y otra vez sacan experiencias de su inventario negativo ante cualquier circunstancia. Una de las mayores fuentes de ofensas, es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer y te dice 'no', creas resentimientos por partida doble. Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías. Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo vicioso. Todas las personas tienen el derecho divino de guiar su vida como les plazca. Aprenderán de sus errores por sí mismos. Déjalos ser! nadie te pertenece.

Cuando los colonos americanos querían comprarles sus tierras a los Pieles Rojas, estos les contestaron

¿Comprar nuestras tierras? ¡Si no nos pertenecen!

Ni el fulgor de las aguas, ni el aire, ni nuestros hermanos los búfalos a los cuales solo cazamos para sobrevivir. Es una idea completamente desconocida para nosotros'.

Ni la naturaleza, ni tus padres, ni tus hijos, tus amigos o parejas te pertenecen. Es como el fulgor de las aguas o el aire. No los puedes comprar. No los puedes separar. No son tuyos. Solo los puedes disfrutar como parte de la naturaleza. El cauce de un río no lo puedes atrapar. Solo puedes meter las manos, sentir el correr de las aguas entre ellas, y dejarlo seguir.

Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas te va a lastimar.

Ámalas, disfrútalas y déjalas ir. Entonces ¿Cómo puedo perdonar?

1) Entiende que nadie te ha ofendido. Son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las personas y Dios, las que te hieren. Estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente. Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA va a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque ellos tienen las suyas.

2) Deja a las personas ser. Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad. Dales consejos si te los piden, pero permite que tomen sus decisiones. Es su derecho divino por nacimiento: el libre albedrío y la libertad.

3) Nadie te pertenece. Ni tus padres, ni amigos ni parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza. Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas. Vive y deja vivir.

4) Deja de pensar demasiado. Ábrete a la posibilidad de nuevas experiencias. No utilices tu inventario. Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es. Cuando limpias tu visión de lentes obscuros y te los quitas, el resultado es la limpieza de visión.

5) La perfección no existe. Ni el padre, amigo, pareja perfectos. Es un concepto creado por la mente humana que a un nivel intelectual puedes comprender, pero en la realidad NO EXISTE. Porque es un concepto imaginario. Un bosque perfecto serían puros árboles, Sol, no bichos... ¿existe? No. Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay depredadores ¿existe? No. Solo a un nivel intelectual. En la realidad JAMAS VA A EXISTIR. Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la realidad. Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea no tiene sentido. Deja de resistirte a que las personas no son como quieres o no piensan como tú. Acepta a las personas como el pez acepta al mar y ámalas como son.

6) Intoxícate con la vida. La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo. Me complacerá decírtelo por experiencia.

7) A la luz del corto período de vida que tenemos, solo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices. Nuestra compañera la muerte en cualquier momento, de forma imprevista, nos puede tomar entre sus brazos. Es superfluo e inútil gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros. No puedes darte ese lujo.

8) Es natural pasar por un periodo de duelo al perdonar, deja que tu herida sane.

Descárgate (no confundir con desquítate) con alguien para dejar fluir el dolor. Vuelve a leer este artículo las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a sembrar semillas de conciencia en tu interior. Aprende con honestidad los errores que cometiste, prométete que no lo volverás a hacer y regresa a vivir la vida.



Marco Engelke