¿Está realmente el destino en nuestras manos?






EN TUS MANOS

En la antigua Grecia, sede esplendorosa de las ciencias y de las artes, se hallaba un anciano famoso por la lucidez que sus respuestas ofrecían a todo aquel que solicitaba consejo y guía.
Una tarde, el joven estudiante Quirón, conocido por el tono irónico que utilizaba al poner en aprietos a los académicos más notables, decidió ir a escuchar al anciano, para de una forma u otra, poner en entredicho sus ideas.
Cuando llegó al hemiciclo donde éste hablaba, se sentó junto a los que escuchaban y prestó atención con ánimo de encontrar en sus planteamientos la mínima presencia de fallos y grietas.
El anciano decía así:
“Nuestros antepasados pensaban que en la vida hay que ver para creer. Se trata de un principio que suele resumirse en aquella frase que todavía resuena”: “Si no lo veo no lo creo”. Un gesto de curiosidad se fue dibujando en el rostro de los allí reunidos
El anciano prosiguió: "Sin embargo si profundizáis en ello, comprobaréis que para el ser humano que ha observado suficientemente su mente, no se trata de ver para creer, sino más bien al revés, de creer para ver.
Nuestras creencias crean la realidad y en consecuencia el hombre autoconsciente elige lo que quiere vivir y, paso a paso, conforma su destino"
Quirón se sintió algo confundido. Por una parte, entendía lo que quería decir el anciano, pero por otra parte, deseaba satisfacer su deseo de ridiculizarlo, así que salió del hemiciclo con el fin de idear una estratagema que lograse su objetivo.
Resultó que pasaba por allí un mercader de pájaros, conocido por apresar una especie de muy pequeño tamaño con ingeniosos cepos de su invención. Al verlo, Quirón pensó: "Siempre que estoy buscando una solución suele aparecer algo ante mis narices que trae las claves, así que me acercaré a ver esos pájaros y seguro que se me ocurrirá algo".
Cuando vio un pequeño pajarillo que cabía en la palma de su mano, de pronto, se iluminó su mente y se dijo:
"Ya lo tengo, tomaré este pajarillo, me acercaré al anciano y le preguntaré delante de todos, si cree que este polluelo que tengo en mi mano cerrada está vivo o muerto. Si me contesta que está muerto, abriré mi mano y lo dejaré volar. Si por el contrario, me contesta que está vivo, lo apretaré con fuerza y lo dejaré caer al suelo. Entonces, dijo con radiante alegría, sus ambiguas teorías acerca del destino se verán devaluadas..."
Así pues, Quirón tomó el pajarillo en su mano y se acercó de nuevo al hemiciclo para interpelar al anciano. Una vez allí y levantando fuertemente la voz, le dijo: Anciano: "Decidme” dijo levantando el puño a la vista de todos, “Tú que pareces saber lo que hay tras las apariencias, responde mi pregunta; ¿el pajarillo que tengo en mi mano, está vivo o está muerto?"
Un silencio tenso se hizo entre todos los allí presentes.
A lo que el sabio, mirando a los ojos del joven con una profunda ternura le contestó:
"Muchacho, en realidad

LA VIDA Y EL DESTINO ESTAN EN TUS MANOS".


REFLEXION




Si uno observa el Universo, no tarda en sospechar que lo que llamamos “azar” es tan sólo el nombre que le damos a una ley todavía desconocida. Todo el orbe y sus millones de esferas se mueven en concordancia con la acción de Leyes Universales que, poco a poco, el conocimiento científico de la Humanidad rescata del Misterio.
Átomos y estrellas, protones y planetas... danzan en ritmos y precisas órbitas. Y aunque existen muchos ejemplos que la Física Cuántica señala como impredecibles, el Universo parece moverse en el seno de un Orden que cuando todavía no es consciente, parece “Caos” y, sin embargo, cuando es comprendido se convierte en “Kosmos”. Una fuerza imparable e incognoscible que desde el Big Bang venimos denominándola como Dios, Inteligencia Universal o simplmente Conciencia Cósmica.

La grandeza del Universo existe en el espíritu de quien contempla.
David Hume

Si observamos asimismo a ese microcosmos llamado ser humano que finalmente termina por conseguir todo lo que realmente se propone, uno se pregunta, ¿de dónde brota la motivación que nos permite “querer” una cosa u otra? ¿de qué misterioso depósito metaconsciente nace el deseo hacia una cosa u otra, o incluso a ninguna? ¿qué Poder con mayúsculas mueve a la raíz del íntimo deseo que posteriormente nos llevará a la voluntad del propio acto de querer? Es evidente que en ese plano previo al impulso no interviene el yo consciente.
Desde hace ya años, los expertos en desarrollo personal afirman frases tales como, “si lo quieres, lo obtendrás”, “cada cual tiene y logra aquello que realmente quiere”, “no tienes más que querer suficientemente algo para lograrlo”... Se trata de una corriente contraria a la que ha prevalecido desde hace miles de años, acerca de un destino escrito por los Dioses en el que los humanos no pintaban gran cosa.

Pide y recibirás. Busca y encontrarás.
Llama y se te abrirán las puertas.
Mateo 7,7

Tal vez ambas realidades, es decir, el libre albedrío y el destino, son compatibles e integrables, porque si se analiza en profundidad el propio proceso de querer, brotan preguntas tales como, ¿qué es lo que hace nacer a esa voluntad tan poderosa mediante la cual, primeramente uno siente que “quiere” para más tarde, hacer y conseguir? ¿qué fuerza o Ley mueve a las neuronas para que uno experimente deseo y voluntad en su corriente de consciencia?
¿Se trata acaso de un Impulso Evolutivo que pone en marcha un proceso mental inconsciente que nosotros sentimos como deseo o motivación?
Si eso es así, es decir, así de inconsciente, habrá que aceptar que en el proceso de nacimiento del propio desear y querer, hemos sido espectadores y nada ha aportado conscientemente nuestro yo.
El camino de la libertad consiste en desviar el énfasis de la persona superficial y variable, al Testigo interior y siempre presente.
Nisargadatta

¿Dónde está entonces la Libertad que parece darnos la opción de crear el destino que cada cual quiera?
Tal vez tan sólo experimentamos una “sensación de libertad” y no una libertad en sentido estricto, ya que no somos conscientes de lo que se mueve en el más adentro del propio y complejo escenario mental.
En tal caso, ¿somos libres? Es decir, ¿está el destino en nuestras manos?
Y por otra parte, si el destino está en nuestras manos y cada cual decide lo que realmente se le antoja creando su propia realidad subjetiva, uno se pregunta, ¿es que acaso existe algún fenómeno en el Cosmos que esté “separado” de la Totalidad”?
Se dice en la moderna Física que el mundo objetivo que percibimos como real es un conjunto de interdependencias que, a modo de “malla”, interactúan en una unidad supra-cognoscible. En el Universo late un “campo unificado” que todo lo incluye y cohesiona. Su inabarcable realidad se nos muestra como una “red de redes” que como tejido de interdependencias, hace realidad lo que afirma que: “Cada parte es el todo y el todo es en cada parte”.

Todo está en todo y a su vez es causa de todo.
Nisargadatta

Sin duda un Paradigma que dejó atrás el modelo mecanicista de Causa-Efecto que afirmaba: “Toda causa tiene su efecto que a su vez es causa de otro efecto subsiguiente”. Un modelo por el que se expresaba la existencia de una cadena lineal y sucesiva de relaciones.
Sin embargo, ¿hasta qué punto cuando devenimos conscientes de un proceso mental, sentimos que tenemos mayor número de opciones sobre el mismo? Por ejemplo, si me doy cuenta de que estoy levantando la voz para tratar de convencer a alguien, tengo la opción de bajar el tono de la misma, cosa que no tendría si todavía no me he “dado cuenta”.
En realidad, la llave de la sensación de libertad está en esa clave del “darse cuenta”. Sin duda, un proceso que convierte a los actos automáticos en elecciones voluntarias y conscientes.

Liberarse de la creencia de que no hay libertad, es en realidad ser libre.
Martín Buber

Un insigne filósofo francés conocido por le nombre de Papus postuló acerca del tema que relaciona la predestinación y el libre albedrío de la siguiente forma: “El ser humano y con él toda la Humanidad, viaja a lo largo de la vida en un gran barco al estilo crucero. La dirección del barco está predeterminada como asimismo la velocidad, sin embargo el margen de libertad de que disponen los pasajeros consiste en vivir la travesía conforme les plazca, es decir, sobrios o dormidos, en el confort o en la austeridad, en la esperanza o en la tristeza, y en cualquier estado mental o experiencia que el susodicho viajero de la vida aprende a experimentar”.
Desde esta perspectiva, el libre albedrío está limitado a las condiciones que cada día elegimos consciente o inconscientemente en el gran crucero de la vida. Sin embargo, tal libertad está limitada por aspectos que no son de la propia incumbencia como la ruta, la velocidad y la hora de la llegada.
La explicación de Papus, ¿se queda corta al delimitar la incidencia de nuestros pensamientos y voliciones? ¿acaso no es el Universo una “red de tendencias” a existir? Y en realidad, ¿somos libres o bien lo que sucede es que todo se mueve, incluida nuestra efímera sensación de libertad hacia una dirección predeterminada? ¿acaso en algún plano supra-mental más allá del tiempo, existen todas las posibilidades ya soñadas?
¿Cabe una respuesta que integre ambos opuestos?

La mente no puede conocer lo que está mas allá de la mente, pero la mente sí está en condiciones de ser conocida por el Observador o Testigo que uno es tras ella.
Nisargadatta

¿Qué sonido hace una sola mano al aplaudir?
¿Acaso tal pregunta tiene respuesta lógica?
Evidentemente no parece posible que una sola mano produzca sonido sin batir con la otra... sin embargo, es un estilo de pregunta que pertenece al llamado “Koan” de la práctica Zen que trata de estimular en la mente lógica una respuesta imposible cuya búsqueda acabará por trascender dicha lógica o lo que es lo mismo, dicho nivel mental. La intención que posee en sí mismo el ejercicio del Koan al proponer inútilmente una respuesta, es trascender la mente racional y alcanzar una “metalógica” que más se parece a Conciencia de Unidad que a una respuesta racional con base deductiva.

Observa el espacio entre tus pensamientos y experimentarás la plenitud del vacío.
Tradición Zen

¿Qué sonido hace una sola mano al aplaudir?

José María Doría . Cuentos para aprender a aprender .

LADOS DEL CUERPO Y SU SIMBOLISMO





Neurológicamente se ha investigado desde la década de 1970 que el hemisferio cerebral izquierdo (racional, verbal, analítico) controla la coordinación motriz del lado derecho del cuerpo. Y que el hemisferio cerebral derecho (sensible, artístico, no-verbal, sentimental) controla la coordinación motriz del lado izquierdo del cuerpo. Es decir, hay un cruce. Y esto es congruente con lo que ya venían diciéndonos los sabios antiguos. Y aquí entra en acción la importancia de la integración de los hemisferios cerebrales a través de técnicas como Gimnasia Cerebral, Método Tomatis, EMDR, etc.

En el ámbito psicoterapéutico, Fritz Perls considera la parte izquierda de nuestro cuerpo como expresiva del sistema sensorial, o de los sentimientos; y la parte derecha como expresiva del sistema motor, del proceso de salir adelante. O bien, el Yang y el Yin, nuestros seres masculino y femenino, respectivamente. Incluso, Fritz aplicaba esto observando en qué lado corporal tenía lugar algún temblor o dolor, y en otras ocasiones hacía que en el paciente dialogaran el lado derecho del cuerpo con el lado izquierdo, para integrar polaridades en algunos conflictos o sueños proyectivos.

Dice Perls: “Lo más frecuente es la dicotomía entre el lado derecho y el izquierdo del cuerpo. Menos frecuente es la partición entre adelante/atrás, o parte superior y parte inferior, descubierta por Lore (Laura Perls). La parte que queda por encima de la cintura tiene fundamentalmente funciones de contacto, la parte inferior funciones de apoyo.

El límite del ego es el punto cero entre el bien y el mal, entre la identificación y la alienación, entre lo familiar y lo ajeno, entre la verdad y el error, entre la autoexpresión y la proyección. Incluso podemos agrupar los términos del lado derecho y los del lado izquierdo y colocarlos dentro y fuera del límite, respectivamente. Nuevamente estoy volviendo a la palabra "identificación". Algo me pasa con ella. Identifico el sistema sensorial con el sistema de orientación, Y a su vez la orientación se basa en la capacidad de reconocer algo como tal. Sin esto hay caos y confusión. La percepción y la cognición parecen fusionarse en el proceso de la identificación. El centinela le pide la consigna al desconocido. "Identifíquese como identificado con nosotros': Tarjetas de identificación. Huellas dactilares. Testigos que identifican al criminal. En este caso la identificación sirve a la polaridad de lo correcto e incorrecto. ¿Será él de los nuestros? Sólo una persona puede ser "la persona': y un billón serán los "ellos" indeterminados. La identificación es familiaridad, anticonfusión. La extrañeza es tenebrosa- no hay cómo orientarse. El forastero en el villorrio está fuera de los límites, es un enemigo. No se conocen sus costumbres. Puede que tenga algo con lo cual no puedo encararme. El psicoanalista identifica algo alargado como un pene. Esto se adecua a su propia orientación, un sistema que le es familiar. Un gato identifica algo alargado como un pescado, como algo que pertenece a su mundo de sustentación. ¿Me siento un poco como Heidegger, metiéndome dentro del lenguaje hasta el punto en que toca la existencia. "Identificación" alcanza a dos sistemas: el sistema de orientación (sensórico) y el sistema de enfrentamiento (motórico). Mediante la consigna el centinela identifica a este hombre "como" amigo o enemigo. Se identifica "con" el amigo y le permite pasar el límite, el cordon sanitaire. En cambio al enemigo lo rechaza o lo destruye. El amigo es bueno, el enemigo es malo.

Cada vez cobra mayor sentido la distinción de sistema sensórico y motórico; el modo cómo nos relacionamos con el mundo. La semana pasada me dediqué a escuchar música, mientras que el deseo motórico de escribir, de hacer cosas, de hablar, recibió menor cantidad de bioenergía. Me ha tocado ver varios casos de comportamiento motórico compulsivo que llegaban hasta el grado de la obsesión y la paranoia (están muy relacionados), y en todos estos había manifiesta falla en el sentir. Esto será de utilidad para entender los casos graves de esquizofrenia: el motórico paranoico carente de sensibilidad, y el sensitivo retraído con su falta de actividad motórica intencional”. (Tomado del libro “Dentro y Fuera del Tarro de la Basura”. Autobiografía de Fritz Perls).

Alejandro Jodorwsky, en su libro “La Vía del Tarot” refiere que: En las tradiciones orientales los números pares son considerados pasivos y los impares activos; el lado derecho es considerado activo y el izquierdo pasivo. Comparé las ornamentaciones de los templos occidentales con los orientales. En la fachada de las catedrales góticas, por ejemplo Nuestra Señora de París, Jesucristo, andrógino, de pie entre un dragón terrestre y un dragón celeste, nos bendice ubicado en la puerta central. En la puerta de su derecha (nuestra izquierda como observadores) se alza la Virgen María (feminidad, receptividad), y en la puerta de su izquierda vemos un sacerdote dominando con su báculo a un dragón (masculinidad, actividad). Por el contrario, en los templos budistas tántricos, las divinidades masculinas se colocan a nuestro lado izquierdo como observadores y las femeninas a nuestro lado derecho. Se explica esto porque Buda no es un dios sino un nivel que cualquier ser humano, si realiza la gran obra espiritual, puede alcanzar. El creyente deja de ser observador y se ubica en medio del macho y la hembra, convertido en el templo, de cara al exterior. Por el contrario, Cristo es una divinidad, ningún creyente puede convertirse en él, sólo puede imitarlo. Los santos orientales son budas. Los santos occidentales imitan a su Dios. Por lo cual las catedrales actúan como espejos. La derecha del edificio representa nuestro lado izquierdo (como observadores) y el lado izquierdo del edificio representa nuestro lado derecho como observadores.

El Tarot y los dibujos de los test proyectivos se leen en el sentido de la escritura, de izquierda a derecha, su “línea del tiempo” seguirá el mismo esquema: a la izquierda lo que ya se ha vivido o hecho, en el centro lo que se está viviendo o haciendo (el presente), y a la derecha lo que se podrá hacer o no hacer, vivir o no vivir. Funcionando esto como un espejo que refleja la imagen de nuestra izquierda y de nuestra derecha.
En el caso del árbol genealógico o de una constelación familiar, los miembros femeninos se colocan a la izquierda y los miembros masculinos se colocan a la derecha (en una hoja de papel o dibujo proyectivo el lado izquierdo es desde la perspectiva del observador; y para colocar a una persona que represente a alguien femenino se coloca a la izquierda del consultante, y si fuera masculino se colocará a la derecha de éste). Ver libros de “Metagenealogía” de A. Jodorowsky, y diversos libros de Bert Hellinger.

LAS DISTORSIONES O ASIMETRÍAS EN LA MITAD IZQUIERDA.-
Se relacionan con el archivo histórico de la persona, con sus vivencias infantiles y los efectos de la educación, con los recuerdos, con las motivaciones, las apetencias y necesidades de todo tipo. El lado izquierdo de las figuras es el archivo donde el sujeto "guarda" toda la información secreta de sus impresiones positivas y negativas, sus intenciones, sus esperanzas, sus resentimientos, sus emociones de amor y de odio, los impulsos reprimidos, los inconfesables complejos de culpabilidad y las necesidades afectivas insatisfechas o contrariadas. El sentido de las proporciones, de la belleza, de la perspectiva, de las formas, de los matices de claro-oscuro, los contrastes de luz-sombra, las repercusiones viscerales y la dramatización de los afectos, corresponde al lado izquierdo de las figuras.

LAS DISTORSIONES O ASIMETRÍAS EN LA MITAD DERECHA.-
Así como el área izquierda de las figuras nos refleja el modo como registra, o ha registrado el sujeto, sus experiencias en el decurso de la vida, la esfera de la derecha nos informa sobre el comportamiento exterior.
Las distorsiones en el lado derecho afectan al tipo de comunicación social, al dinamismo realizador y a la capacidad para apreciar el color y el movimiento y los diversos aspectos de la vida relacionados con la acción.
La mayor firmeza y amplitud del movimiento, el mejor cuidado y la mayor seguridad en el área derecha de las figuras, estarán en concordancia con una actitud extravertida, sociable y comunicativa.
Por el contrario, si es el lado izquierdo de las figuras el mejor realizado, detallado y cuidado, la tendencia ser introvertida.
Las distorsiones, desproporciones, roturas, retoques, sombreados y fallos en el lado derecho, especialmente en la cara, manos y pies, afectan a la relación del sujeto con el exterior hasta llegar, según el tipo de anomalías, a una desadaptación más o menos grave.
Las mismas anomalías y fallos anteriores vistos sobre el lado izquierdo de la cara, las manos, los pies, etc. corresponderán a trastornos internos, a problemas, conflictos y luchas entre el Yo, el Ello y el Super Yo.

LA DIRECCIÓN EN QUE MIRAN LAS FIGURAS O LAS PERSONAS
 Generalmente, las figuras dibujadas se las coloca de frente o de perfil. Cuando se las coloca de perfil, la figura puede estar mirando a la derecha o mirando a la izquierda. Esta orientación de los DFH es un indicador de las vivencias y tendencias predominantes en el sujeto:

En las figuras mirando a la izquierda, (es decir, al lado derecho de la hoja en la perspectiva del examinador), el sujeto nos muestra su interés por el pasado, su memorización de las experiencias vividas, su introversión, sus vivencias infantiles y la influencia de la imago materna. Representa "lo que se fue", las experiencias vividas, los muertos, los recuerdos, las imágenes anticipadoras de confianza o de peligro para el Yo, la reflexión coartativa o prudente de cara a la acción.

Las figuras con perfil mirando a la derecha, (es decir, al lado izquierdo de la hoja en la perspectiva del examinador),nos muestran el interés por la comunicación con el mundo externo, la actitud sociable, la extraversión, la actitud de lucha y enfrentamiento con los problemas vitales, la ambición de "ser" y de "poseer", la superación, el camino hacia el éxito y la imagen del padre. Representa "lo que se puede lograr", la iniciativa innovadora, lo que podemos cambiar y adaptar a nuestros deseos para evolucionar, la voluntad al servicio de la acción y de la ambición y a menudo, el afán de "poder" y "dominación" adleriano, la marcha hacia delante.

 En resumen:
LADO IZQUIERDO:   -PASIVO, INTROVERTIDO.     -DIÁLOGO INTERIOR.      -EDUCACIÓN, APRENDIZAJE.   -DEFENSIVO, DESCONFIADO.  –LOS MUERTOS.     -CREENCIAS, CULPAS.  -NECESIDADES  y MOTIVACIÓN.  -NOSTALGIA, TRAUMAS.  -ARTE, BELLEZA, FORMAS -SENTIMIENTOS E INSTINTOS. -IMPULSOS REPRIMIDOS. -PASADO, REGRESIONES. -“LO QUE SE FUE”.  -INCONSCIENTE, SOMBRA. -LADO FEMENINO-MATERNO. -CONFLICTOS INTERIORES ENTRE YO-ELLO-SUPER YO.  -5 SENTIDOS Y LO SENSORIO. -ORIENTACIÓN.

LADO DERECHO:      –ACTIVO, MOTOR.    –EXTROVERSIÓN. –COMUNICACIÓN SOCIAL. –CONDUCTAS, HÁBITOS.  –MOVIMIENTO, ACCIÓN.  –VERBAL, LENGUAJE. –ESTIMULACIONES. –CONTACTO CON AFUERA.  –LADO MASCULINO-PATERNO. –PRESENTE Y FUTURO. -OPTIMISMO-ESPERANZA. -CONSCIENTE, ÁNIMUS. -RELACIONES, REACCIONES.   –“LO QUE SE PUEDE LOGRAR “. –AFRONTA PROBLEMAS.


DESCARGA DE ARCHIVOS
-“Cuadrantes y laterales en dibujos proyectivos”.
-“Lados Asimétricos”.
-"Simbolismo proyectivo de los lados de un dibujo".

Alcanzar la felicidad: la camisa


Había una vez, un Rey que habiendo alcanzado un notable nivel de prosperidad y abundancia en los confines de su reino, se sentía triste y desdichado. Su mayor deseo era el de encontrar a tan sólo un hombre sobre la Tierra que afirmara ser verdaderamente feliz. Una vez que lo hubiera encontrado, pensaba pedirle su camisa para vestirse con ella. Albergaba la primitiva creencia de que vestido con la misma prenda del hombre feliz, de alguna forma experimentaría también su misma felicidad.
Lo primero que decidió fue llamar a todos los representantes de las escuelas y de las religiones del Reino a fin de formularles una pregunta clave:
¿”Es usted verdaderamente feliz”?
En caso de que alguno de ellos afirmase tal supuesto, el Rey estaba dispuesto a entregar lo que fuese y vestir su camisa.
Uno a uno, fue entrevistado personalmente por el Monarca que tras meses de trabajo, comprobó desanimado como ninguno de aquellos personajes se consideraba verdaderamente feliz.
El Rey y su servidumbre viajaron entonces por todo el país, preguntando a infinidad de hombres y mujeres si conocían a alguien que se considerase feliz. Mucho camino recorrieron sin encontrar a nadie que afirmase tal posibilidad, hasta que triste y desalentado, pensando que no había felicidad plena en ninguna parte, el Rey ordenó el regreso a palacio.
Fue entonces cuando un anciano súbdito le relató que había oído hablar de una persona feliz que vivía próxima a los grandes bosques. El Rey abrió sus ojos y pleno de esperanza, envió a sus más fieles emisarios colmados de oro y alhajas, en busca de aquel hombre tan raro, con el fin de conseguir y traer de vuelta su camisa, a cambio de lo que pidiese.
Después de algunos días de viaje, los enviados encontraron por fin a este hombre que según se decía, irradiaba paz y alegría. Tras saludarlo ceremoniosamente en nombre del Rey, le preguntaron si se consideraba una persona verdaderamente feliz.
Aquel ser contestó: "Yo soy el hombre más feliz del mundo".
Todos los presentes pudieron comprobar como su rostro, en verdad reflejaba una intensa paz y sus ojos irradiaban una gran luz.
Ante lo cual, le presentaron los cofres cargados de oro y alhajas diciendo:
"Todo este incalculable tesoro te lo ofrece nuestro Rey, si tú tan sólo le regalas tu camisa."
El hombre mirándolos con estupor y sorpresa les dijo:

"Imposible: No tengo camisa".





REFLEXION

¿De qué tipo de camisa parece carecer el llamado “hombre feliz” del relato?
¿De qué se ha desprendido la citada persona que ha logrado acceder al estado de felicidad”?, ¿acaso es algo que los demás mortales no felices llevan puesto? En tal caso, ¿qué es eso que llevamos “puesto” que nos acarrea tantos problemas?
Tal vez, la respuesta puede señalar la multitud de limitaciones y necesidades de nuestro Ego que de no aprender a “soltar” producen ansia y desasosiego.

La escasez no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos y necesidades.
Platón

Lo que sí parece deducirse del relato es que para ser feliz hay que “desprenderse” de algo. Y esto resulta paradójico porque durante años y años, y mientras crecemos como seres humanos, lo que hacemos es dedicar nuestra vida a tomar, agarrar, acumular.
En realidad, desde el primer momento en que nacemos, venimos dotados de una facultad que nadie nos enseña y que nos permite sobrevivir: La capacidad de “succionar”. Y aunque al principio succionamos leche materna, más tarde seguimos “succionando” atención, afecto, información... Con el paso del tiempo, seguimos haciéndolo mientras acumulamos cosas y bienes que además de colmar nuestros deseos nos ofrecen un cierto sentimiento de seguridad.

La felicidad es el término medio entre ”muy poco” y “demasiado”.
Anónimo

La carrera adquisitiva continúa en forma de prestigio, de poder, de capacidad de logro. Y todo este proceso adquisitivo se ve refrendado en las casas de las personas que literalmente están llenas de cosas por un visible espíritu de adquisición. Al parecer, esta sensación de “ir a más en la materia” produce en los sujetos sentimientos de referencia y seguridad que no se colman al llegar a una cifra determinada que, por otra parte, nos habría contentado con creces años atrás. De pronto, el ser maduro se da cuenta de que vive bajo la tiranía del “nunca es bastante”. El ser humano en tal contexto, siente su vida hipnotizada y atada a la “Gran Rueda” que algunos llaman Matrix. Se trata de una especie de noria en la que a menudo, se sigue adquiriendo desde una febril ansia de dinero y poder que inunda la carrera de muchos de los llamados “triunfadores”.
De pronto, la persona se da cuenta de que aquel primario acto de succionar, se ha convertido, enmascarado en el sentido de su vida, nadando en el oleaje de una sociedad mercantil en la que prima el lema de: “Tanto eres en cuanto tanto tienes”.
¿De qué se ha desprendido el “hombre feliz” del relato?
Tal vez, la camisa del relato señala una sutil dirección en su oculto mensaje. Para comenzar a sentirse feliz, tal vez convenga balancear la tendencia del proceso mencionado de succionar o de tener. Al parecer, en vez de llenar se trata de vaciar por lo que, en vez de orientar la consciencia al adquirir, se enfoca al ofrecer... todo un proceso de vaciamiento egoico que simplifica la existencia del superficial sentimiento de seguridad que produce el llenado aparente.
El camino de “vuelta a casa” comienza por la toma de conciencia que indica la sutil diferencia que puede darse entre dos orientaciones vitales: “Tener y Ser”. El “Tener” conduce a la cantidad y el “Ser” a la identidad.
¿De que sirve “tener mucho” si no hay calidad de vida? ¿De qué sirve tener en cantidad si no hay paz en el alma y sonrisa en el rostro de la propiedad?
Por otra parte, ¿somos ricos en tiempo libre?

El dinero no va a hacer de ti, ni más ni menos que lo que tú ya eres.
M. P. Santana

No se trata de afirmar de manera disociada que para Ser hace falta negar al Tener, o que sólo se puede Ser a costa del Tener, más bien lo que se apunta en la reflexión del relato es a la orientación o propósito primordial que da sentido a las diferentes etapas de la vida. En los comienzos, cuando el propósito vital es “salir adelante” y crear una familia, es fácil que las prioridades de la persona estén orientadas al Tener ya que se deben construir los cimientos materiales de un futuro desarrollo, sin embargo, cuando la persona ha sido “tocada” por la conciencia de lo profundo que subyace tras lo aparente y se ha desmitificado al Dios Oro, la vida se revoluciona y puede ser orientada a la generosidad que brota desde la propia mismidad como fuente de alegría primordial que nunca defrauda.
La riqueza no está reñida con la espiritualidad tal y como se ha venido pensando en tiempos precedentes. En realidad, la riqueza puede ser entendida como algo más que la mera acumulación de bienes. La riqueza no depende tanto de la cuenta bancaria como del logro de un estado de consciencia desde el que mana una abundancia que permite el flujo natural de vida que cada cual precisa para la realización de sus deseos y necesidades.

Los problemas económicos, no se resuelven con dinero, sino con imaginación.
Anthony Robbins

La riqueza cuando trasciende el egoísmo y la autocomplacencia a ultranza, lo que se convierte es en fuente inagotable de creación de posibilidades, de solución de problemas propios y apoyo a los ajenos, de generación de escenarios de aprendizaje y crecimiento y, en definitiva, de energía de creación y desarrollo en el mundo.
La riqueza en sí misma ni es buena ni mala, serán los propios seres que la utilicen los que cualificarán su energía con la calidad y orientación con que la ejerzan.
La sobriedad, la disciplina, la mirada interior y la compasión sincera, pueden expresarse manteniendo una sólida cuenta bancaria. El dinero tiene poder sobre el que lo ostenta, hasta que éste aprende a manejarlo y logra la libertad del que sabe que el dinero no le dará la paz que busca su alma. El dinero se consigue con habilidades propias del Ojo de la Mente, mientras que la paz profunda se abraza con el Ojo del Espíritu. Es decir, la capacidad de contemplar.

Cuando sólo te queden dos monedas.
Con una compra una hogaza de pan y con la otra un lirio.
Proverbio Chino

¿Qué otra “camisa” puede existir que nos robe la felicidad?
¿Acaso los males de amor se curan saboteando prematuramente las relaciones por cuya causa sufrimos?
Cuando la pasión ha sido observada y transmutada, ya no encadena a la contradictoria experiencia de gozo y padecimiento. Puede entonces decirse que la “camisa del deseo y el apego” se ha desprendido, liberando al ser humano del sutil conflicto de la necesidad.
El hecho de desprenderse de la citada “camisa” no consiste en cerrar las puertas del alma al proceso de una relación de amor, aunque sepamos que ésta puede acabar, ya que con este adelantamiento del final, lo que estamos haciendo es saltar una etapa del propio proceso que la misma requiere. Y saltarse una etapa por aquello de que se va a acabar y uno puede sufrir, supone suspender un aprendizaje que el Universo nos depara.

La sexualidad puede ser tan casta como un cielo azul despejado de nubes.
Krisnhamurti

El Yoga Integral que el ciudadano del siglo XXI ejerce, contempla la integración armoniosa de todos y cada uno de los niveles de su existencia. El físico, el emocional, el mental y el espiritual. Todos ellos, en su doble aspecto personal y social, requieren de su correspondiente alimento y atención y, cada uno de ellos, solicita medios y maneras diferenciadas en beneficio de la música final de la orquesta.
Los extremos pueden ser útiles en un momento dado y durante un tiempo. Por ejemplo, un retiro temporal del mundo, un viaje iniciático o un ayuno entre otros. La vida pide un “desarrollo integral” que abarque todas las facetas del ser humano y, por más que alguna de ellas se postergue, tarde o temprano, ésta demandará la atención que el juego global requiere para completar el aprendizaje e integrar dicha parte en el núcleo final. Sin duda un requisito para saltar a un nuevo nivel de la escalera evolutiva.
Finalmente, el relato puede aludir a un proceso de desprendimiento y vacío de la dimensión “persona”. El hecho de trascender el ego, es decir, trascender la consciencia de yoidad superficial y morir a ella en beneficio de una identidad transpersonal y oceánica de Supraconsciencia, supone una forma de “morir en vida”, tan renombrada en las tradiciones espirituales.
El tan anhelado “Nirvana” de la filosofía oriental se traduce literalmente como “extinción”. Extinción del yo separado del tú. Extinción de un “yo experiencia” que se perpetúa en las múltiples vidas de un único cuerpo físico y que no se disuelve en la oceánica Realidad Suprema, hasta no haber pasado por el desprendimiento y el vacío.

Maestro ¿Qué hacías antes de la iluminación?
Cortaba leña, transportaba agua.
Maestro ¿Y qué haces después de la iluminación?
Corto leña, transporto agua.
Tradición Zen 

Extraído de Cuentos para aprender a aprender . José María Doria