CÓMO DEJAR DE SER VICTIMAS

 
 
 
 
 
Interesante Entrevista a Jorge Lomar que nos habla de su proceso de transformación personal, del perdón transpersonal como camino para sanar la mente, de como programamos nuestra ego para crear un personaje y de lo fácil que es dejar de ser víctimas cuando se logra asumir que no somos lo que creemos ser.
 
Jorge Lomar para quienes no lo conozcais es presidente de la Asociación Conciencia para el Crecimiento Humano.
Desde el 2003 es facilitador de talleres y retiros. Su mensaje aporta nuevos puntos de vista para abordar la vida, introducen a la meditación, la auto-observación y las relaciones conscientes, tomando como referencia las enseñanzas de Un Curso de Milagros y la filosofía Advaita.
Conferenciante especializado en las claves de la autorrealización. Colabora en eventos y congresos aportando espacios de meditación y reflexión.
Autor de los libros "Vivir el Perdón" [2013], editado por Ediciones El grano de Mostaza, y "Ecología Mental" [2010], y "La Inteligencia del Amor" [2008], editados por Corona Borealis, todos ellos en venta en esta web. Escribe artículos habitualmente para diversas publicaciones y páginas web.
Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Psicología Transpersonal por la Escuela Superior de Técnicas y Estudios Avanzados de Barcelona. Reside en Madrid.
 
 

¿Qué vínculo hay entre el amor, la inteligencia y la sabiduría? ¿Cómo actúa la sabiduría frente a un conflicto?



La inteligencia es la capacidad de resolver problemas. El tipo de problemas que pueda resolver definirá cuál es la inteligencia que tengo: si es filosófica, matemática, química, corporal o musical, etc.

Si utilizo mi inteligencia en química para producir armas que destruyen a mucha gente, tendré una inteligencia química pero no una inteligencia que comprenda la cualidad unitaria que subyace en todo lo vivo y el rol complementario que cumplen todos sus componentes. La sabiduría es, precisamente, el conocimiento vivencial profundo de dicha unidad.

Dicho de otro modo, la sabiduría es el amor hecho autoconciencia. Es la energía del amor convertida en concepto, conocimiento, enseñanza.

¿Cómo actúa la sabiduría frente a un conflicto?

Un conflicto es un vínculo en el que cada parte cree que la solución radica en la eliminación del otro: "Yo estaré bien sólo si logro vencerlo o apartarlo". Ésta es la esencia del conflicto tanto en el universo interpersonal como intrapersonal.

Un conflicto intrapersonal típico es el que se da entre los impulsos y la mente.

El impulso dice: "Yo quiero expresarme, convertirme en acción, y tú, mente, no me dejas. Te la pasas calculando y anticipando y no me dejas vivir. Quiero eliminarte para poder ser feliz".

La mente responde: "Tú avanzas enceguecido y traes más problemas que otra cosa. Estoy harta de que te equivoques, te ilusiones, te engañen, y tener que pasarme la vida tratando de arreglar los platos rotos. Te voy a frenar como sea porque eres un peligro total".

Y así puede continuar largamente esta batalla con todo el daño y sufrimiento que acarrea... hasta que alguien pueda devolver la armonía a ese sistema.

Ésa es la tarea de la sabiduría. Ella es la que puede reconocer la parte de verdad y de error que hay en cada antagonista y explicárselo a cada uno de ellos del modo en el que lo puedan entender. De esa forma contribuye a reconstruir el vínculo de complementariedad perdido entre los impulsos y la mente, ese vínculo en el que ambos se pueden volver a reconocer tan necesarios el uno para el otro como lo son las dos manos entre sí.

Los impulsos y la mente podrían compararse con el acelerador y el freno. Vistos en forma aislada parecen opuestos que se anulan uno al otro. Recién cuando se incorpora la imagen del auto en el tránsito es que se comprueba que son complementarios: puedo acelerar porque cuento con el freno y viceversa.

Conectar con la unidad mayor que permite ver lo complementario que hay en lo aparentemente opuesto es lo que hace la sabiduría del amor...


Aprendices del amor

Las emociones y la mente

NORBERTO LEVY


SI DAÑAS, ME DAÑAS



  Parvati es una de las diosas más amorosa, benevolente y misericordiosa del panteón hindú. Es la consorte de Shiva y se manifiesta como extraordinariamente compasiva. Cierto día, uno de sus hijos, Kartikeya, hirió a una gata con sus uñas. De regreso a casa, corrió hasta su madre para darle un beso. Pero al aproximarse al bello rostro de la diosa, se dio cuenta de que ésta tenía un arañazo en la mejilla.
--Madre -dijo Kartikeya-, hay una herida en tu mejilla. ¿Qué te ha sucedido?
Con sus ojos de noche inmensa y profunda, la amorosa diosa miró a su querido hijo. Era su voz melancólica y dulce cuando explicó:
--Se trata de un arañazo hecho con tus uñas.
--Pero, madre -se apresuró a decir el joven-, yo jamás osaría dañarte en lo más mínimo. No hay ser al que yo ame tanto como a ti, querida madre.
Una refrescante sonrisa de aurora se dibujó en los labios de la diosa.
--Hijo mío -dijo-, ¿acaso has olvidado que esta mañana arañaste a una gata?
--Así fue, madre -repuso Kartikeya.
--Pues, hijo mío, ¿es que no sabes ya que nada existe en este mundo excepto yo? ¿No soy yo misma la creación entera? Al arañar a esa gata, me estabas arañando a mí misma.

*El Maestro dice: Al herir, te hieres. A quienquiera que dañes, te dañas a ti mismo.