La verdadera riqueza habita en tu interior : cuando sufrir ya no es una opción




¿Cuántas veces a los largo de tu vida has estado a a merced de lo que ocurría fuera? c¿uántas veces has despertado dispuest@ a cumplir con ese objetivo de paz interior que predicaban en el libro de autoayuda o espiritualidad que estabas leyéndote ?... cómo yo ,no serán pocas las veces que sencillamente fracasaste y al dolor o malestar que tú creías que venía de afuera se sumaba el enfado y frustración por no cumplir tan noble propósito .

Tal vez aún te cueste reconocer que la paz no proviene de fuera , que no puedes esperar que los problemas se solucionen para sentirte feliz o en paz ... tampoco es buena idea esperar que sea otra persona... esa que tú llamas tu media naranja o mitad,sea la que de un plumazo vaya a borrar todo ese sufrimiento y soledad que llevas acumulando dentro de ti durante años.

Tal vez no sea ningún secreto para ti que la felicidad habita en tu interior pero quizás aún sigas preguntándote cómo puede ser eso posible , cómo puedes lograrlo ... ¿acaso es algo que uno pueda sentir sin más? .

Yo siempre lo digo , porque así lo he descubierto en mí , es tan sencillo que resulta complicado.
La clave es recuperar tu poder interior ,responsabilizarte de lo que sientes una y otra vez ...a medida que lo hagas irás ganando en lucidez y todas las respuestas que necesites vendrán a ti : Zas ¡como por arte de magia ahí están listas para ser comprendidas ...
Sí ,por arte de magia ; cuando eramos niños todo era ilusión,magia descubrimiento, aventura . No te planteabas para nada porque el protagonista de tu cuento o dibujo animado favorito podía volar, sólo disfrutabas , contemplabas e incluso si podías imitabas. Se te pidea ahora un acto de confianza profunda , porque ahora que eres adulto no paras de catalogarlo todo dentro de tus restringidos esquemas mentales y tus ideas de cómo deben ser las cosas para que tú no tengas que sufrir .

Tu vida , si observas bien, se ha convertido en una búsqueda neurótica de cómo evitar el sufrimiento , el dolor etc.. NO tienes más que mirar en las bibliotecas, librerías incluso en tu propia casa lo plagadas de libros de autoayuda que te enseñan cómo no sufrir .

Ahí radica el error, en creer que algo externo , profesional , libro o lo que sea va a evitar por el poder de adquirirlo , usarlo o consultarlo  tu sufrimiento .

Te doy una noticia , tal vez ni te agrade ,pero no vas a poder dejar de sentir dolor y tal vez si decides permanecer dormido tampoco el sufrimiento .

El único modo de salir del sufrimiento de la mente es conocer la mente que genera ese sufrimiento , responsabilizarte de lo que ocurre en ella y dejar de culpar a todo lo que ocurre fuera,personas hechos o ideas... El camino es la autoconciencia de uno mismo y que mejor que mirar fuera para saber que pasa dentro de mi .
"Un mendigo había estado sentado a la orilla de un camino durante más de 30 años. Un día pasó por allí un extraño. “¿Tienes algunas monedas?”, murmuró el mendigo, estirando mecánicamente el brazo con su vieja gorra. “No tengo nada que darte”, respondió el extraño. Y luego preguntó, “¿Qué es eso sobre lo que estás sentado?”. “Nada”, replicó el mendigo, “sólo una caja vieja. He estado sentado sobre ella desde que tengo memoria”. “¿Alguna vez has mirado en su interior?”, preguntó el extraño. “No”, respondió el mendigo, “¿Para qué? No hay nada adentro”. “Echa una ojeada”, insistió el extraño. El mendigo logró entreabrir la tapa. Para su asombro, incredulidad y euforia, descubrió que la caja estaba llena de oro.
Yo soy ese extraño que no tiene nada para darte y que te dice que mires en tu interior. No dentro de alguna caja -como en la parábola- sino en un lugar aún más cercano: dentro de ti mismo.

“Pero no soy un mendigo”, te puedo oír decir.

Aquellos que no han descubierto su verdadera riqueza -la brillante joya del Ser y la profunda e inalterable paz que se encuentra en ese lugar-, son mendigos, aún cuando tengan gran riqueza material. Buscan externamente desechos de placer o plenitud -para la validación, la seguridad o el amor-, mientras en su interior tienen un tesoro que no sólo incluye todas esas cosas, sino que es infinitamente más grande que cualquier cosa que el mundo pueda ofrecer.


Un abrazo hondo 

Soraya Founty 
www.mundotranspersonal.com

CÓMO DESARROLLAR LA AUTOESTIMA :AUTOASISTENCIA PSICOLÓGICA



La autoestima es el resultado de una relación interior entre “el estimador” y “el estimado” internos. Aquí presentamos a los protagonistas de esa relación, cuáles son sus distorsiones y cómo es el camino que las resuelve.

La autoestima es un concepto que cada vez se está utilizando más para describir el estado desde donde uno siente, piensa y actúa y ha merecido numerosas reflexiones que la describen.
Para decirlo simplemente la autoestima es el resultado de lo que uno opina sobre uno mismo. Si opino que no valgo, que no sirvo, que no puedo, tendré una baja autoestima, si en cambio opino que valgo, que sirvo y que merezco respeto, tendré una buena autoestima.

El que opina.

Ese es un punto clave del tema. El que opina es el evaluador interior que todos tenemos. Y ese evaluador es el que siente estima o no hacia el evaluado. Ampliaremos esto:
Todos los seres humanos recorremos una misma secuencia: realizamos algo y luego evaluamos lo realizado. Esto lo reconocemos con más claridad cuando hablamos del balance de fin año, en el que evaluamos nuestra performance, pero dicha evaluación ocurre momento a momento de un modo más o menos consciente. Podemos decir que en cada uno de nosotros existe un realizador y un evaluador que están continuamente interactuando. Deseo lograr 100 y alcanzo 60. ¿Cómo se relaciona mi deseo de lograr 100 con el que alcanzó 60?
Si mi deseo es inmaduro su evaluación será de reproche y descalificación: ¡Sos un inútil, no servís para nada!
El que alcanzó 60 queda descalificado, desvalorizado y des-estimado.

La baja autoestima entonces es el resultado de un evaluador que cuando es frustrado por su realizador reacciona desvalorizándolo.

La resolución de la baja autoestima.

El aprendizaje del evaluador interior es el punto clave de la resolución de la baja autoestima, por lo tanto nos extenderemos en su análisis.
El primer paso es familiarizarse con la relación realizador-evaluador. En general sabemos que conversamos con nosotros mismos, y existen muchas frases que apuntan en esa dirección: ¡Me exijo mucho, me doy con un caño, me felicito por haber tomado esa decisión, etc.
Sabemos que dialogamos con nosotros pero no tenemos claro aún quienes son los que dialogan entre sí. Y un propósito de este artículo es mostrar con más precisión a los protagonistas interiores de dicho diálogo.
Si bien tales protagonistas pueden variar, en la inmensa mayoría de los casos son: un evaluador y un realizador.
No estamos habituados a poner el foco de nuestra atención sobre dichos roles ni sobre la relación que existe entre ellos. Sin embargo cuando lo hacemos iluminamos un campo de diálogos interiores que es una verdadera fábrica de conflictos cuando funciona mal, y de soluciones, cuando funciona bien. De ahí la enorme importancia de percibir con claridad esta relación interior.
Una manera de acercarnos a esta relación es utilizando una metáfora. La más útil es la del jinete y el caballo. El jinete es quien desea, programa y evalúa la acción y el caballo es quien la realiza.
Nosotros albergamos las dos funciones, es decir, somos el jinete y el caballo.
Cuando el jinete es inmaduro cree que él es “el amo”, que lo que cuentan son sus deseos y que la función del caballo es estar siempre disponible para cumplirlos. Si los cumple, ¡…es lo que corresponde! y si no los cumple es porque ¡…este caballo no sirve!
Desde ya que esta actitud daña progresivamente al caballo hasta que en algún momento colapsa.
Cuando el jinete se da cuenta del estado lamentable en el que se encuentra el caballo y que ese es el único que tiene, comienza a revisar su actitud. Cuando el jinete realiza los aprendizajes necesarios que le permiten tener otra mirada del rol de cada uno y accede a un estado de madurez, es entonces cuando reconoce que él no es el amo sino un socio, que el caballo es el otro socio y que cada uno tiene el 50% de las acciones en la sociedad que ambos constituyen.
También comprende que el caballo tiene vida propia y que él puede querer hacer un largo galope y que el caballo puede no estar en condiciones de hacerlo. Reconoce entonces que esa creencia que tenía de que querer es poder, es errónea y que querer es sólo querer, y que es una condición necesaria pero no suficiente para hacer algo.
También revisa esa creencia que afirmaba que “los “caballos” son vagos por naturaleza y hay que presionarlos continuamente para que rindan”. En este nivel de madurez comprende que cuando “el caballo” recibe lo que necesita, tiende –como todo ser vivo- hacia su óptimo.
Entonces va cambiando la actitud de dar órdenes a cumplir por la actitud de la interconsulta, igualitaria y respetuosa.
Este cambio de actitud es una verdadera revolución que cambia radicalmente la relación entre ellos y define además cuál es la esencia del vínculo maduro entre jinete y caballo.

Este cambio en el diálogo interior humano.

Un colega me llamó por teléfono para invitarme a dar un taller y el panorama que presentaba resultaba muy agradable. Yo le respondí: Lo consulto con mi socio y luego te llamo. Sorprendido, él me dijo: ¡Cómo tu socio, si yo te estoy invitando a vos sólo! Y yo le aclaré: ¡Mi socio es quien lo tiene que hacer!
Como dijimos antes, ésta es la esencia del cambio: reconocer que yo soy una sociedad, que soy un nosotros, y que en esa sociedad que soy, el realizador es mi socio a quien le corresponde ser consultado y escuchado para co-diseñar con él la decisión a tomar.
Resulta sencillo leer las palabras pero es un cambio radical en la auto percepción.
Deseaba acercarme a una muchacha que me atraía, dudé un poco y luego fui hacia ella. Antes de llegar veo a otro hombre que se ha acercado y que comienzan a bailar. Si soy un evaluador inmaduro que sólo ve los resultados, la reacción es: ¡Fracasaste! ¡tardás mucho en actuar, sos muy torpe!
Si soy un evaluador maduro, además de los resultados, tengo en cuenta, en primer plano, el estado del “obrero” realizador. Me doy cuenta que estaba nervioso y que necesitó ese tiempo para acercarse. Me doy cuenta que él también está frustrado y mi prioridad es ayudar a mi socio a que supere esa situación. Desde ese sentimiento le digo: Sé que hiciste lo mejor que pudiste, en este caso no resultó, pero, bueno… veremos si se presenta otra oportunidad con esta mujer, y mientras veamos qué otra mujer te atrae… y sigamos adelante, tratando de pasarla bien…

La acción y el actor.

Es importante y esclarecedor distinguir “el actor” de “la acción”.
El evaluador inmaduro evalúa resultados, es decir la acción.

El evaluador maduro reconoce que el actor es su socio esencial y ha aprendido que su función es utilizar las acciones, tanto sean aciertos o errores, para colaborar con el aprendizaje y el bienestar de su socio, el actor.

Esta solidaridad incondicional entre el evaluador y el realizador es la esencia misma de una legítima autoestima.

Y es también el punto de partida para poder sentir la tan anhelada sensación de confianza ante lo incierto de cada nueva experiencia.

Un niño juega a la pelota en la cubierta de un barco. Los marineros corren apurados porque hay amenaza de naufragio y uno de ellos le dice: ¡Cómo estás jugando a la pelota, no ves que nos podemos hundir! Y el niño le responde: ¡Y a mí qué me importa, si yo estoy con mi papá…!
La seguridad de este niño, al saberse acompañado por su papá, es la misma que uno siente cuando sabe que cuenta con un evaluador interior solidariamente asistencial.

Preguntas más frecuentes.

¿Hay diferentes tipos de autoestima?

Puedo tener una baja autoestima en el área deportiva, artística, estética, social, etc. o puedo sentirla como algo que me abarca globalmente como persona. Eso dependerá de la intensidad de la desvalorización y del área particular sobre la que recaiga.

¿Cómo influye la autoestima en la vida personal?

Es muy determinante pues si el evaluador que soy ha desvalorizado al realizador que también soy, cuando como persona me relacione con otra, tendré una sensación básica de minusvalía. Y de hecho no podré tener con otra persona una relación de mejor calidad que la que existe entre los miembros de la sociedad realizador-evaluador que soy.

¿Cómo influyen nuestros padres en la autoestima?

Nuestros padres son nuestros primeros evaluadores. Si ellos han tenido actitudes de desvalorización hacia nosotros cuando frustramos sus expectativas, esa matriz es la que luego internalizamos y ya tenemos una voz interior desvalorizadora que sigue actuando aunque esos padres ya no estén. Y esa voz interior es también la puerta de entrada que nos hace más vulnerables a los gestos de desvalorización de los otros en nuestra vida adulta, es decir la descalificación del otro nos daña más cuando hay una voz interna que nos está diciendo lo mismo.

¿Hasta dónde una autoestima alta no se convierte en soberbia?

Una persona es soberbia cuando tiene una percepción parcial de sí mismo: cuando sólo registra lo que puede y tiene y no registra lo que no puede o no tiene.
Si una alta autoestima está apoyada en esa percepción parcial de sí mismo entonces sí queda entrelazada con la soberbia.

¿Cómo desarrollar la autoestima en los niños?

El rol de evaluador es muy poderoso, para bien y para mal.
Soy profesor de pintura y un alumno me trae su trabajo para que lo vea. Yo puedo evaluar lo que hizo, con sus aciertos y errores, de un modo tal que al niño no le queden más ganas de tomar un pincel por el resto de su vida o puedo hacerlo, señalándole los mismos aciertos y errores, de un modo tal que lo estimule a seguir ensayando y experimentando en esa actividad.
De modo que es muy importante que cuando evaluemos, especialmente si es a un niño, recordemos que estamos en esa posición.

¿Cómo desarrollar la autoestima en nuestros hijos?

Valorando sus logros y señalándoles los errores con respeto, favoreciendo el aprendizaje a partir de ellos, sin enjuiciar, reprochar ni descalificar.
Los niños aprenden más de los ejemplos que de las palabras, de modo que, para enseñarla a los hijos, lo más eficaz y poderoso es vivirla en uno mismo y compartirla con los miembros del entorno.

Artículo publicado en la revista “Uno mismo” en Agosto de 2012.


LA TRAMA INTIMA DE LA AUTOESTIMA.

Dr. Norberto Levy
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
El Dr. Norberto Levy es médico psicoterapeuta. Creador del modelo: “Autoasistencia psicológica®”. Sus libros más recientes son: El Asistente interior, La Sabiduría de las emociones y La Sabiduría de las emociones 2.
www.autoasistencia.com.ar

Vivir o sobrevivir : cuál es nuestro mayor miedo






NUESTRO MAYOR MIEDO

Cuando preguntas a otros por sus miedos puedes obtener mil y una respuestas: miedo a las alturas. Miedo a hablar en  público, miedo a la muerte, miedo a las arañas, miedo al compromiso… y miles de miedos más que paralizan y limitan nuestra vida.
Como profesional y como persona que ha recorrido ya un trecho del intrincado camino de vuelta hacia sí mismo o camino de regreso a cada o autoconocimiento como se le quiera llamar sé que esos miedos no son más que tapaderas para ocultar nuestro miedo real.
También sé que todo lo que escribo ahora querido lector/a te parecerá coherente  en el sentido de que puedas desmentirlo o apoyarlo con vehemencia, incluso puede que te suscite dudas, pero en realidad es algo que sólo puede ser descubierto tras una ardua incluso por momentos dolorosa y comprometida introspección honesta y perseverante…
Nuestro mayor miedo es a vivir … la vida nos da miedo … la percibimos como una sirena que nos quiere atraer y nosotros no tenemos nada que hacer así que nos atamos fuertemente al mástil para ver si todo aquello pasa … Al atarnos nos invalidamos para experimentar lo que sucede , convertimos a la sirena en nuestra enemiga , en nuestro miedo  sin saber que estamos soltando el control de nuestra propia vida , de nuestro propio destino , de nuestro propio barco que navega mientras yo me protejo a la deriva , sin capitán , sin rumbo …
Es entonces cuando la crisis, inevitable viene a mí y la vida me pide vivirla... soltarme, dejarme seducir por la sirena… y sigo agarrado sufriendo sin saber porque y le llamo cualquier cosa menos por su nombre: Es que tengo miedo a X.
X,  ese miedo concreto te sirve de excusa para no soltarte para no vivir el caos, la incertidumbre que te produce dejarte seducir por la sirena…
Quien tiene el valor de soltarse y vivir en los momentos iniciales ese terror que le da la vida comienza pronto a sentir el dulce sabor de fluir con lo que sucede: ay se siente uno tan libre dejándose seducir... sintiendo el canto de la sirena... uno siente que nada puede suceder... que todo aquello que sucede… perder el control lo hace más sabio, más experimentado. Entonces uno descubre que puede dejarse arrastrar por la sirena al fondo del mar: Ya no hay miedo a morir… por tanto ya no hay miedo a vivir.Y ese es nuestro mayor miedo : miedo a vivir , miedo a experimentar , miedo a los cambios .




Os voy a dejar un video que yo presento mucho a mis pacientes que os hará comprender de forma más claro de que os he hablado con mi metáfora…
Os recomiendo la película, su trasfondo es increíble para mí, ya sabéis que soy una cinéfila increíble y apasionada  y que cada creación cinematográfica me trae un mensaje.

Nota: veréis que en mis escritos uso muchos puntos suspensivos , son invitaciones a parar y reflexionar sintiendo , no pensando …


Abrazo hondo
Soraya Founty